Fallece el vicepresidente de la Peña a los 68 años y deja una huella imposible de olvidar en la provincia

01 dic 2018 / 11:07 H.

Las guitarras guardan silencio. Los tablaos están vacíos y las voces gimen con lamentos una de las pérdidas más tristes de los últimos tiempos. Rafael Valera, quien fuera presidente de la Peña Flamenca desde 1975 —y vicepresidente de la misma desde abril de este año—, falleció con 68 años. El flamenco llora su ausencia. Por esta razón, Diario JAÉN, donde fue cronista entre la década de los 80 y los 90, suma su voz a la de sus amigos y familiares en un pésame común que posiciona la memoria del flamencólogo jiennense.

El escritor Molina Damiani, redactor jefe de la revista Candil —que verá la luz próximamente— y de la que Rafael Valera era director, sintió la pérdida de su compañero y amigo e indicó: “Era una autoridad en su gran materia, es decir, en el flamenco y en la humanidad de su persona. Tenía unos grandes conocimientos sobre la historia de este arte. A los que apenas nos hemos iniciado en esos saberes, su dominio nos parecía descomunal. También fue un hombre con un gran control social y antropológico de Andalucía, especialmente. En mi biblioteca, no quiero olvidar su libro Linares, cuna del cante minero, que lo hizo en colaboración con Antonio Escribano. Es un volumen con dos discos y de 365 páginas”.

Alfonso Ibáñez fue el sucesor en el cargo de Rafael Valera como presidente de la Peña Flamenca de Jaén. En abril, Valera pasó a ser vicepresidente de la misma, cargo que le hacía especial ilusión y en el que, entre risas, en ocasiones le añadía “de honor”. Visiblemente conmovido por su ausencia, Ibáñez destacó: “Rafael estuvo ahí desde el inicio de la peña, desde que era muy joven. Él fue quien llevó toda la trayectoria desde sus orígenes. Hizo una labor muy importante de difusión y fomento del flamenco. Fue un defensor a ultranza de este arte durante muchísimo tiempo. Presidió la peña durante 15 años. También dirigió el regreso de la revista Candil, que presentaremos a finales de este mes. Él fue el alma de esta publicación de la peña”.

Cuando alguien fallece siguen vivos los recuerdos y las palabras de cariño de los seres más queridos. Es el caso de Lucas Martínez, secretario general de Podemos y gran amigo de Rafael Valera que, a las horas de conocer la noticia de su muerte, confesó: “Jaén pierde al mejor flamencólogo que ha habido en la provincia. Sin lugar a dudas. No solamente era un estudioso del flamenco, sino un amante de este arte, que luchó toda su vida por ponerlo en el sitio en el que tiene que estar. He tenido más de 40 años de amistad con Rafa. Como amigo, me han quitado una parte importante. Me quedo sin palabras”. Martínez, emocionado, también destacó la gran memoria de Valera: “Oía una guitarra y sabía si era una soleá, por ejemplo, de “La Trini”. Era increíble. La taranta no nació en tierras murcianas, como se decía. Son de Linares, y él lo demostró con su libro. Esta es una pérdida de la que no se si el flamenco se podrá recuperar”.

Hay huellas imposible de borrar, y cuando se pierde un amigo y se sabe que solo la memoria podrá traerlo de regreso, es difícil hacerse a la idea de no volver a verlo nunca más. En esa línea, el abogado y escritor Alfonso Fernández Malo recordó a Valera y apuntó: “El cumplió su labor como presidente de la peña. Él, tenía a su favor, como valor añadido, sus años de dedicación a la radio, donde hacía sus programas de flamenco. Ejerció, dignamente, su papel como dirigente de este colectivo. Ironizando un poco, podría decir que se hacía el sordo cuando era conveniente y escuchaba atentamente cuando no quería hacerse el sordo. Tenía su habilidad y mano izquierda. Era un hombre muy conocedor del flamenco, a lo que se dedicó toda la vida. Sus amigos le recordaremos con afecto y mucho cariño. Es una pérdida grande. Esto deja marca en todos nosotros. Le llegó su momento de una forma tan rápida que resulto inesperada para todos”.

El exalcalde de Alcalá la Real, Juan Rafael Canovaca, quiso aprovechar las páginas de Diario JAÉN para despedirse de Rafael Valera, quien fuera uno de sus grandes amigos, y decirle “adiós” por última vez. En esta línea, Canovaca manifestó: “Es una noticia muy triste la del fallecimiento repentino de mi gran amigo, excelente compañero y mejor persona, Rafael Valera, con el que tuve la fortuna de compartir muchos momentos importantes como responsable sindical de la ejecutiva provincial de la UGT en los años 80. Conviví a su lado y junto a su gran amor por el flamenco en la Peña de Jaén y en su programa en RNE. Me consterna su fallecimiento. Perdemos un incansable propulsor por su sabiduría en esta materia pero, sobre todo, perdemos un gran amigo, una gran persona y un enamorado de su querida tierra Jaén. Donde quieras que estés, un fuerte abrazo, amigo Rafa. Se nos fue una parte de la gente noble de Jaén. Quiero enviarle también mucho ánimo a su familia, especialmente, a su mujer Inés y a su hija. Siempre te recordaré como lo que fuiste: un gran amigo, una magnífica persona y un gran caballero. Descansa en paz”. Canovaca rindió, a través de sus palabras, homenaje a la memoria de una persona a la que quería mucho.