“Falta originalidad en la música”

Nació en Almanjáyar, en la zona norte de Granada, un barrio marcado como de “necesidad de transformación social” donde el mestizaje es su razón de ser. Y así es Maka, uno de los artistas de moda del panoráma nacional que, tras muchos años de lucha, ha triunfado. Asegura que es un tipo normal que en sus canciones solo cuenta su realidad, lo que hace que la gente se identifique con sus letras. Tras años de trabajo en la música, ahora puede decir que está triunfando gracias a ella y viviendo de lo que siempre quiso, aunque sin renunciar a sus raíces y teniendo claro que nunca debe perder su esencia. Esta noche será el encargado de cerrar los conciertos de la Feria de San Lucas 2019 en lo que promete será un espectáculo donde todo el mundo que acuda al Auditorio de La Alameda va a ser parte del espectáculo.

—La música urbana de Granada está triunfando, solo hay que ver el cartel de la Feria de San Lucas, ¿qué tiene la ciudad nazarí?

—Ahora mismo hay muchas propuestas musicales, sobre todo en lo urbano, pero Granada siempre ha estado ahí, en todos los estilos. Todo lo que nos rodea es cultura. Aquí somos muy sinvergüenzas y eso se ve en la música. Por suerte, tenemos una mezcla enorme y te puedes encontrar a un marroquí que toca la guitarra española mejor que cualquiera.

—Estamos en una época de impostura, pero las letras de Maka suenan reales, a barrio. ¿Es su secreto?

—Puede ser. Hoy en día falta originalidad en los artistas. La mayoría de la gente busca copiar lo que ya hay y funciona y dedican más tiempo a cuidar lo que se ponen que sus letras. Yo soy una persona muy normal, siempre con mi chandal, pero le dedico el tiempo a la música. Podría ir en pijama, lo importante es lo que suena. Ahora la música se come con la mirada, pero yo sigo con mis ideas: lo importante es la letra, el mensaje y transmitir. Sueno moderno porque estoy al día, pero mi fondo no cambia. Pienso que mi música llega porque todos sufrimos. No soy especial y mis letras muestran que soy igual que cualquiera.

—Dice que es una persona normal, viene de barrio. ¿Qué habría sido de Maka sin la música en su vida?

—Me habría muerto de hambre. No sé hacer otra cosa, escribo letras desde Primaria y llevo desde pequeño luchando por esto. Imagino que tendría que haber buscado una forma de buscarme la vida, pero no sé cómo. Han sido muchos años de lucha, incluso interna, y los caminos no siempre son los que uno habría querido, pero he llegado a donde siempre había querido estar. Sabía que la música era lo mío.

—¿Se habría imaginado el Maka de hace cinco años dónde está ahora?

—Nunca sabe uno hasta qué punto va a llegar. Ahora estamos a nivel internacional y hay cosas que te quedan grandes, pero yo sigo en mi casa. Hoy en día la televisión y la radio han sido sustituidas por Youtube y Spotify y no nos hacen falta grandes multinacionales para llegar a la gente. Hace cinco años estaba en la mierda y con trabajo y por cabezón he llegado a aquí.

—¿Qué nos espera esta noche en el concierto?

—Siempre digo que mis shows son como un convite de una boda: toda la gente participa hasta el punto que a veces es imposible cantar. Es una unión del público conmigo. Lo que puedo asegurar es que, como siempre, me dejo la vida en el escenario, porque es el momento para transmitir mi trabajo de la forma que más nos gusta a los artistas. Por suerte, aunque siempre se ven diferentes generaciones entre los asistentes, las letras reflejan unos valores y todo el mundo las siente suyas.