Fuegos con gran historia

Las tradicionales hogueras de San Antón se prendieron por los distintos barrios

14 ene 2018 / 11:30 H.

E l fuego purificador, ese que ahuyenta los malos espíritus, regresó trescientos sesenta y cinco días después para volver a protagonizar uno de los grandes días de la capital, las lumbres de San Antón. Jornadas previas de preparativos, de mimar cada una de las calles, de mirar al cielo y, especialmente, de mucha ilusión, que vuelve cada mes de enero. Pero por fin, y aunque con cierto respeto por la previsión de lluvia que, finalmente, dio un respiro, se produjo la gran cita. Frío, buena leña y el mejor de los ambientes para disfrutar de los tradicionales fuegos. Y para los que ya están de “butifuera”, una oportunidad de seguir con la ancestral costumbre de quemar el “ramón” en las hogueras de San Antón.

Veinte lumbres se repartieron por la capital tras conocer la cancelación de otros dos, la del Bar La Penúltima, al final del Gran Eje, y la de la Cofradía de la Clemencia, que se unieron a la fallida de Valdeastillas. Unas hogueras que sirvieron a muchos corredores para coger aliento tras una dura carrera que abordó horas y reunió a deportistas de diversos lugares del mundo. Comida, bebida y conversaciones que unieron por unas horas, a los vecinos de los distintos barrios y protagonizaron una noche que se suma al recuerdo de muchos. Por supuesto, tampoco faltaron los tradicionales melenchones, singulares composiciones que tratan asuntos cotidianos con lenguaje sencillo pero cargado de ironía, crítica o picardía tan típicas de los jiennenses, que reunieron alrededor de la hoguera a muchos jóvenes, y otros que no lo son tanto, con sus trajes típicos, para recuperar una de las grandes tradiciones de la ciudad. Un ejemplo fue el que se dio en el polígono de El Valle, en el que los jóvenes de la asociación de vecinos representaron varios bailes ante la atenta mirada de familiares, amigos y curiosos que no conocían estas tradiciones. Una cita de gran importancia por lo que no faltaron las representaciones políticas en algunos de los fuegos como la presencia del alcalde, Javier Márquez, que no quiso perderse las lumbres, en su caso la de La Merced. En las distintas hogueras de la ciudad se dieron cita conciertos, bailes y un calor que casi rozó el cielo oscuro. Vecinos y visitantes que se acercaban a los distintos puntos de encuentro llevaban sus comidas, entre las que destacaron los chorizos de matanza, la morcilla o las típicas sardinas.

Y para los más frioleros, hubo churros calientes. Algunas de las asociaciones que organizaban los fuegos aportaron palomitas y otros entrantes, y vino para calentarse no solo por fuera, sino también por dentro. A estas hogueras habrá que sumar la que se desarrollará el próximo martes por la noche y que organiza el Ayuntamiento de la ciudad, en la Lonja de El Salvador.

A ritmo de melenchones para calentar el esperado día
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La Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres llenó de arte y espíritu jiennense la Plaza de Santa María de la capital para interpretar los tradicionales melenchones, tan típicos de Jaén, en una jornada muy especial, como fue la celebración, por adelantado, de San Antón. No faltaron los trajes típicos y muchos vecinos y aficionados al baile que se acercaron para disfrutar del ritmo de estas jóvenes para amenizar la mañana y calentar motores para la posterior carrera y las hogueras.