García Maroto, el director de Jaén que llegó a Hollywood

La 2 de Radio Televisión Española emitió un documental sobre el cineasta

01 dic 2018 / 11:07 H.

La vida y la obra del cineasta jiennense Eduardo García Maroto protagonizó el documental que emitió La 2 de la RTVE. Un trabajo que, bajo el título de “Memorias de un peliculero”, ofrece un amplio recorrido por la trayectoria vital y artística del cineasta. Los telespectadores pudieron conocer, a través de esta propuesta audiovisual basada en la autobiografía del director, “Aventuras y desventuras del cine español”, la producción de uno de los más significativos hombres de cine de la contemporaneidad.

Con guion, dirección y producción a cargo de Javier Caballero y Luis Mamerto López Tapia, el documental tiró de documentación gráfica para situar a García Maroto en su contexto temporal y espacial. Una primera parte, “De Jaén a Pedralejo por Madrid Film”, cuenta con la capital de la provincia, precisamente, como coprotagonista de este trabajo: “Jaén, Andalucía, comienzos del siglo XX. Un ingeniero militar retirado, antiguo combatiente en Cuba, y su esposa, Antonina Maroto, se acaban de instalar en esa provincia andaluza. Raúl García viene como gerente de una central eléctrica”, introduce la locución, que sitúa el nacimiento del futuro cineasta en el número 10 de la antigua calle Maestra Alta de la capital jiennense —hoy Almendros Aguilar—. Igualmente, el documental destaca la temprana afición de García Maroto a la representación escénica, a la que da rienda suelta con la construcción de teatritos de papel realizados con primor.

El programa, de más de una hora y media de duración, cuenta con testimonios de personas cercanas al creador cinematográfico, entre ellas su esposa, Angelines Matilla, así como admiradores de la obra del que está considerado el decano del cine español, entre ellos el director Miguel Ángel Lamala, que pondera la capacidad del jiennense para ironizar y parodiar los diferentes géneros del cine. Por su parte, el director de fotografía Juan Mariné recuerda anécdotas y experiencias vividas con el realizador.

“Tres eran tres”, de 1954, como director, o títulos tan emblemáticos del cine español como “Nobleza Baturra” o “Currito de la Cruz”, en las que tomó parte como montador, fueron otras de las cintas en las que se detuvo “Memorias de un peliculero”, al que el mismísimo Luis García Berlanga achaca su decisión de convertirse en director. El propio García Maroto aparece, ya a avanzada edad, para rememorar momentos de su trayectoria, íntimamente unida a la historia de la cinematografía nacional.