Invisibles, una muestra que da voz a los más necesitados

La exposición estará abierta, hasta el próximo 31 de enero, en el Museo Provincial

13 dic 2017 / 09:37 H.

Perdieron sus tierras y ahora no les queda nada. Entre sus habitantes, las mujeres y los discapacitados representan a los colectivos más “invisibles”, adjetivo que da título y nombre propio a una exposición que, hasta el próximo 31 de enero, estará disponible en el Patio de San Miguel del Museo Provincial. Esta es la realidad del poblado batwa, un pueblo de pigmeos que, hasta 1991, vivieron en el Bosque Impenetrable de Bwindi. Su historia cobra vida con la muestra de una colección fotográfica de Ana Belart quien, junto a la asociación Se Puede Hacer (SPH) forma parte de un proyecto de sensibilización y educación para el desarrollo en Burundi, un país donde la ONG realiza gran parte de sus acciones desde 2008.

De esta manera, la entidad tiene como principal objetivo centrarse en aquellas comunidades y entornos con menos capacidades y promover prácticas que les permitan una vida digna a través del trabajo, mediante programas de desarrollo sostenible que potencien a las instituciones locales y eviten la dependencia de la ayuda al desarrollo externo.

La muestra, financiada por la Diputación de Jaén, está configurada en varios espacios que no pretenden representar, según su autora, fotografías del sufrimiento de los pueblos, sino mostrar la belleza de sus habitantes, que solo sueñan con que no se les robe su identidad.

En Invisibles, los espectadores podrán ver a las personas que viven y demandan un espacio para expresarse y recuperar una dignidad perdida. A través de estas instantáneas —montadas alrededor de una arboleda improvisada como espacio central—, Belart proclama a gritos que esos ignorados de África no se conviertan en un diorama, es decir, en meras piezas colgadas en un museo de carácter etnográfico. “Mostramos los frutos del trabajo de más de diez años de esta ONG. Quien venga a verlo descubrirá la evolución de los proyectos que se están desarrollando, así como la recreación de un poblado batwa. ¡Hay instantáneas que se hicieron con una polaroid la semana pasada! Es increíble. Nuestra intención es hacer que sus historias sean visibles. De ahí el título de la exposición”, confiesa Belart, quien determina que no pretende mostrar la miseria, sino un valor añadido: “Hay artistas que se sienten atraídos por el dolor. Yo lo he visto. Pero quiero transmitir la belleza en la dignidad de las personas más vulnerables”.

Su autora hace especial hincapié en que hay fotografías tomadas desde 2012. Junto a ella, y con motivo de la inauguración de este nuevo punto de encuentro solidario, Pilar Belart, presidenta de la asociación, destacó: “Queremos trabajar con ellos, no para ellos. Nuestro objetivo es que las comunidades a las que van dirigidos estos proyectos puedan asumirlos por sí mismas para que los cambios los vayan haciendo ellos poco a poco”.

Al acto asistieron, además, Juan Ángel Pérez, diputado de Cultura, quien señaló: “Es un espacio maravilloso para esta exposición, que la hace visible esta entidad solidaria. Ellos apuestan por el desarrollo de un país deforestado que necesita ayuda. Deberíamos tener presente que, por desgracia, todavía existe un tercer mundo que necesita una mano para que se pueda tener lo básico. Debemos hacer lo posible para lograr este cambio y que seamos un único mundo donde se pueda vivir en cualquier parte sin tener más que los demás”.