La belleza y el terror en el arte

Una visita hasta la Capilla Sixtina fue la clave para que Domingo Olivares comenzara a crear sus nuevas obras relacionadas con la belleza y el terror, al menos desde el punto de vista de su creador. Esta exposición juega con el misterio, formas, cuerpos y rostros anónimos que se muestran a través de entes emocionales en sencillas geometrías, simetrías, etcétera. A su vez, Olivares juega con la potencia del color para dar rienda suelta a toda su creatividad.

“En el caso de la obra de Domingo Olivares se nos muestra un mundo desgarrado, el color y las deformaciones que adoptan los cuerpos son sinónimo de soledad y deshumanización”, resaltó Manuel Ramón Molina Rubio, vicedirector de la Escuela de Arte José Nogué, acerca de los 24 lienzos y las cuatro esculturas que conforman la sala.

Una exposición que cuenta con mucha ilusión por parte de Domingo Olivares, quien agradeció a las personas que habían hecho posible que esta exhibición haya cobrado vida y se muestre en un lugar tan importante para su autor, ya que se encuentra dentro de la sala de arte “Fausto Olivares”, en honor a su hermano.

“Para mí es un privilegio estar aquí y lo digo de corazón porque está a nombre de mi hermano. Además, es un reto porque yo soy de los pequeños”, afirmó Olivares.

Obras como La familia —la primera que creó hace unos diez años—, El beso, Empatía, Presumida o Soledad reflejan de una manera muy personal el sentimiento del autor con respecto a todas estas ideas y les da vida a través de figuras y cuerpos que, tal y como indica el nombre de esta obra, expresan una belleza inusual con un toque siniestro.

“He tardado mucho en esta obra. Unos diez años. Cuando vine a Granada, después fuimos hasta allí una semana y me inspiró. No ha cambiado nada, la religión es lo principal que domina y lo dice todo, para los que creen, los que no y los que no dejan de hacerlo”, sostuvo Domingo Olivares al explicar cuál fue el origen y la inspiración para crear todos estos lienzos que podrán visitarse hasta el próximo 20 de diciembre.

“Es la primera vez que la veo y mira he quedado sorprendida. Primero por el nombre. Está basada en un aspecto surrealista del autor ya que no se aprecian figuras definidas. El artista a través del cuadro ve como puede ser la soledad y la refleja. La obra es muy colorida, tiene mucha fuerza porque los colores tienen un gran impacto. Pero esta es una obra muy personal de Olivares que en ese momento estaba muy inspirado y ha querido expresar distintos momentos a través de todas estas pinturas”, explicó Isabel Azañon, concejal de Cultura, Educación y Universidad Popular, que asistió a la inauguración de esta exposición tan importante para Olivares.