La Divina Pastora de las Almas

Una de las devociones más arraigadas en la provincia jiennense es la de la Divina Pastora de las Almas. Martos, Andújar, La Guardia y el propio Jaén festejan a la Madre de Dios en su más bucólica y obrera advocación, y en cada uno de estos municipios lo hacen con matices festivos propios. La capital del Santo Reino, donde los monjes capuchinos —divulgadores de esta veneración mariana— tuvieron convento en la actual Alameda, celebra a la “bella labradora” —como la llamó Lope de Vega en un hermoso poema— en septiembre, con pregón, oficios religiosos y un tradicional revoloteo de banderas que, cada año, atrae hasta la Plaza de San Ildefonso —a cuya basílica llegó la Señora desde el viejo monasterio de San Francisco, la actual Diputación, en los años desamortizadores del siglo XIX— a gentes ávidas de estampas costumbristas. Una preciosa procesión vespertina pone fin a la celebración, en torno a una imagen también decimonónica obra del granadino Manuel González. Merecedora de versos desde tiempos inmemoriales, la Divina Pastora de las Almas protagoniza hoy un nuevo “Sábado de Poesía”.