“La fragilidad del día a día y su inseguridad nos persigue”

Álex de la Iglesia y Jaime Ordóñez presentan El Bar en los Encuentros con el Cine

26 may 2017 / 10:46 H.

Un grupo de personas absolutamente heterogéneo desayuna en un bar en el centro de Madrid. Uno de ellos tiene prisa; al salir por la puerta recibe un disparo en la cabeza. Nadie se atreve a socorrerle. Están atrapados. Este es el vibrante inicio de El Bar, la última película de Álex de la Iglesia, que protagonizó un nuevo Encuentro con el Cine Español de la Diputación, el que alcanzaba la redonda cifra de 200. El director bilbaíno visitó Jaén para un coloquio con el público tras su proyección en La Loma. Lo hizo con el actor Jaime Ordóñez, que forma parte del reparto que encabezan Blanca Suárez, Mario Casas, Secun de la Rosa, Carmen Machi, Terele Pávez y Joaquín Climent, entre otros. “Lo realmente interesante de una película como El Bar es que pone en tela de juicio el día a día. Lo tremendamente terrible de este es que no continúa, que sí varía, que no es estable como pensamos”, reflexionó el cineasta en el encuentro anterior con la prensa, en compañía del diputado de Cultura, Juan Ángel Pérez. “El hecho más cotidiano y absurdo que ocurre en un día normal puede ser la ruptura de la realidad, de lo que creemos inquebrantable, que es la seguridad y la cordialidad entre las personas. ¿Qué pasaría si realmente nuestra vida corriese peligro?”, planteó. “A veces aparecen fisuras, como puede ser, por ejemplo, el atentado de Manchester, que nos muestran que la vida no es estable, aunque tengamos el afán de que sea así”, destacó. Y esto, reconoció, no es ficción: “Somos nosotros los que creamos una ficción para sentirnos seguros. En el fondo esa inseguridad y fragilidad nos persigue. Ese ansia porque las cosas funcionen no es más que miedo”.

Un planteamiento que también comparte Jaime Ordóñez: “Parece que vivimos en un mundo seguro, pero somos vulnerables porque ese estatus quo se puede romper en cualquier momento, por ejemplo en un bar, donde te tomas un café y ese acto cotidiano se convierte en el último de tu vida”. En la película, los protagonistas viven una situación límite, que parece que es ficción, como resaltó el actor, pero que es un planteamiento “más real de lo que nos creemos”. “¿Hasta dónde llegaríamos para salvar nuestra vida en una situación límite?”, planteó. Ordóñez da vida a un mendigo en la película, un papel que evoluciona a lo largo de la acción: “Conforme la situación se complica se ve cómo los personajes se desprenden de sus capas y se muestra qué esconde el ser humano cuando se trata de sobrevivir”. En este sentido, el intérprete malagueño reivindicó la labor de dirección de actores que Álex de la Iglesia ha hecho en este proyecto, más allá de las alabanzas que siempre recibe por su potente lenguaje visual: “Blanca Suárez, Mario Casas, Terele Pávez, todos hacen aquí su mejor interpretación”. Asimismo, Jaime Ordóñez, que ha trabajado a las órdenes de De la Iglesia en sus tres últimas películas, confesó que ha disfrutado mucho con las reacciones del público después de ver la película, que llegan ya directamente a los creadores a través de las redes sociales: “El cine ya está en manos del público, los críticos ya pasaron a mejor mundo”.

Álex de la Iglesia también reflexionó sobre la salud del cine español y recordó, como anécdota, que, en unos recortes de prensa de los años 40, ya se hablaba de la “crisis” en este sector. “Siempre se ha hablado de esto, pero prefiero entender la crisis como un reto o una motivación para cambiar, para tomar decisiones”, apuntó. En la misma línea, también se refirió a la aparición de las plataformas digitales y su repercusión en la forma de consumir cine: “Es un cambio en las reglas del juego enorme, pero debemos buscar al público donde sea, en una sala de cine o frente a un ordenador, lo que sí importa es que hay una mayor demanda de consumo de productos audiovisuales”.