La zarzuela con acento de Jaén se atreve con el fastuoso Egipto

Uno de los títulos más conocidos de la zarzuela, grandes dosis de humor, una colorida ambientación en Egipto y una completa textura musical. Estos son los ingredientes principales del nuevo proyecto que está en el “horno” de la Compañía Lírica de Andalucía y se podrá saborear en poco más de un mes, el 9 de junio, en el Nuevo Teatro Infanta Leonor. Este colectivo jiennense se embarca en un nuevo estreno, el undécimo en sus diez años de vida, una ambiciosa producción, una vez más, con más de ochenta personas implicadas.

Es La corte de Faraón, zarzuela estrenada en Madrid en el Teatro Eslava el 21 de enero de 1910, con libreto de Guillermo Perrín y Miguel de Palacios y música de Vicente Lleó, que hoy esta compañía 100% jiennense revisa con una mirada completamente actual: “Esta es una de las producciones más conocidas del mundo de la zarzuela, divertida, colorida, dinámica y muy completa musicalmente, pero también de las más complicadas de montar”, explica el gerente de la Compañía Lírica de Andalucía, Alberto Puig. “Es una apuesta por la dificultad que requiere su ambientación en el mundo egipcio, que requiere de elaborados decorados, escenarios, atrezzo y vestuario”, detalla. Una aventura a la que decidieron lanzarse, dice, por el “sólido cajón de sastre” que supone su trayectoria, en la que han estrenado títulos como El barberillo de Lavapiés, La Revoltosa, El Dúo de la Africana y El Niño Judío, su último estreno. “Por su complejidad escenográfica, hay dos posibilidades, hacerla a medios gas o apostar por la vistosidad, sin reparar en gastos”, dice el también tenor. Y así han optado por invertir para dar una visión espectacular de esta zarzuela. Y esta apuesta les acerca también a conseguir uno de los objetivos que se marcan con cada nuevo espectáculo: rejuvenecer la zarzuela, abrirla al público joven, alejarla de esa imagen antigua de los años 40 y 50, “universalizar la marca zarzuela”, concluye Puig. “La corte del Faraón todo el mundo la conoce, sobre todo, es una obra divertidísima y tiene la capacidad de ser versionada, darle un aire muy actual. Hemos tirado por ahí, para hacer una obra atemporal y traerla al terreno del humor actual”, defiende. “Tratamos de que sea un espectáculo para todos los públicos, ya que creemos que la zarzuela tiene mucho que decir para todos”, añade. Y, en ese sentido, además del humor, ayuda mucho la riqueza musical: “La textura musical es muy amplia, recupera la ópera, tiene algo de bodevill y music hall. Es muy potente y un despliegue de diversión fuera de común”.

Una vez más, como es habitual en estas aventuradas producciones de la Compañía Lírica de Andalucía, en el escenario coinciden más de treinta artistas más la orquesta y el equipo técnico, unas ochenta personas en total. “Eso hoy en día no lo hace nadie, mover a tanta gente en una producción”, defiende el gerente. Un gran esfuerzo para conformar el equipo técnico y artístico, en el que vuelven a aparecer los profesionales habituales en los últimos montajes. Por ejemplo, de la dirección musical se encarga Rafael Garrigós; Cecilia Cueva es la directora de coro; Juan Corpas, director de escena, y Gema García se encarga de la dirección artística y musical. La orquesta la componen, además, unos 25 profesores de los conservatorios de Jaén, Granada y Málaga.

Además de su inminente estreno en Jaén, la compañía continuará su gira con este y sus anteriores espectáculos y está previsto que estén este año en ciudades como Logroño y Mojácar. En este sentido, tienen, como adelanta Alberto Puig, un ilusionante proyecto. Durante los meses de junio y julio, realizarán el primer ciclo provincial, en colaboración con la Diputación, para llevar la zarzuela a pequeños municipios, como Bedmar, Beas, Lopera y Quesada.