Poemas que abren interrogantes

Sergio Moreno presenta en la librería Metrópolis su nuevo proyecto “Libro de Tránsitos”

07 abr 2019 / 16:24 H.

Un libro que navega a la deriva, con la autoconsciencia de que es una manera de su autor, Sergio Moreno, por conocerse a sí mismo y conocer el mundo que le rodea alejado de los cánones o los prejuicios que están instalados dentro de la sociedad. Libro de Tránsitos es algo más que una colección de poemas. Es la manera que Moreno encontró para hacerse preguntas que le llevan a hacerse nuevos interrogantes.

“Es la reunión de una serie de fragmentos porque, en definitiva, el libro trata muchos temas como la perfección, los conceptos que tenemos de identidad y por lo tanto es una forma de enfrentarse a prejuicios y a conceptos que vienen impuestos desde fuera. El proceso ha sido extraño, el libro lo es y no soy capaz de definirlo”, reconoce Moreno, en la presentación de este libro de poemas.

Su creación llegó en un momento personal crucial en el que el autor encontró la forma de conocerse a sí mismo mientras ponía de relieve que lo que vivimos es una ilusión que está dirigida por la mente y que es un conocimiento que se percibe a través de constructos sociales prefijados.

“Una de las cosas que pone en tela de juicio el libro es el concepto de identidad, de autoengaño y que nos tomamos demasiado en serio. Lo que percibimos es pura ilusión”, explica Moreno.

Libro de Tránsitos trata de responder cuestiones a situaciones que forman parte de la vida diaria y que están en nuestro alrededor, una manera de conocer lo que nos rodea de manera real, según su autor. “Es interesante porque plantea preguntas, no es un libro de cierre, ni que defina. Creo que lo interesante es que abre preguntas y esto ayuda a una evolución personal. Mi interés no es escribir un libro, no es hacer literatura, ni siquiera estar aquí, es una evolución personal a la hora de encontrar y abrir el mundo tal y como es. Limpiar la porquería que tenemos metida en la cabeza y ver las cosas tal cual son”, sostiene. Reconoce que las respuestas no las tiene, porque lo importante es seguir el camino de la pregunta.