Ritmos que dicen adiós al otoño

Lleno absoluto en el teatro Infanta Leonor para ver el “show” Music Has No Limits

03 dic 2017 / 11:33 H.

E l frío se abre paso en las calles de la capital, lo que significa que el otoño está a punto de acabar y con ello la XVIII entrega del Festival de Otoño, que dice adiós hasta el próximo año. Sin embargo, el teatro Infanta Leonor se llenó de “calor” con una actuación que “ha roto los esquemas del mundo de la música” y que está considerado el “show” revelación de este año. Se trata de Music Has No Limits, un espectáculo que une diferentes estilos y ritmos y los fusiona de una forma “única”, bajo el concepto “la playlist de tu vida”. Tal es el éxito que ha tenido en distintos lugares del mundo como Estados Unidos, Italia o México, en los que ha triunfado, que su parada en la capital estaba llena de expectación. Tanto es así, que el Infanta Leonor llenó sus butacas, entre las que se pudo ver distintas personalidad políticas y del mundo de la cultura, para contemplar a los distintos artistas que ponen en movimientos esta representación sin precedentes.

La noche arrancó con Switch child of mine de Guns and Roses, en la que fusionó “rock” y ópera y calentó a los allí presentes, en lo que sería solo un aperitivo de lo que se vivió en la capital. A esta versión, le acompañaron otras en las que se pudo reconocer a Nirvana, I am feeling good de Michael Bubble o éxitos del mítico Michael Jackson, sin olvidar a Queen o Barbara Streisand mientras el público se entregó en cada uno de los pases con aplausos que resonaron al compás de los distintos popurrís que ofrecieron. Mezcla de géneros clásico, pop, “rock”, “jazz”, “góspel”, ópera o “house” se unieron en este particular “show”. Pero si la música y el ritmo se fusionaron, tampoco faltó una puesta en escena de lujo con un pianista que simuló con su traje a Elton John, con vestuarios llamativos que no dejaron indiferentes a los asistentes. Asimismo, también hubo sorpresas como la del saxofonista que surgió entre el público y protagonizó un solo mientras subía al escenario. El espectáculo tampoco estuvo exento de cierta polémica en su comienzo. Y es que, un problema con la venta de entradas, provocó que se vendieran algunas duplicadas y eso dejara a parte del público sin asiento, que tuvo que acomodarse por diversos lugares del teatro en butacas habilitadas para la ocasión. A pesar de ello, el espectáculo brilló y dejó una noche “mágica” y un final del Festival de Otoño que culminó con un viaje “único” a través de grandes éxitos que parecen recién estrenados que además fue capaz de unir canciones que han marcado la vida de jóvenes y mayores.