Un brigada de cine

Todos los actores me vinieron un día en bloque y me dijeron: Tiene que aparecer Casado en algún sitio. Nos encantaría que estuviera en el rodaje”. Adolfo Martínez es el director de Zona hostil y sucumbió encantado a la petición de Roberto Álamo, Ariadna Gil, Antonio Garrido, Raúl Mérida y el resto de reparto de esta película que llegará a los cines el 10 de marzo. Pero, ¿a quién pedían unánimemente para el rodaje? Era al brigada José Luis Casado Expósito, destinado en Batallón de Helis de Transporte, un jiennense, de Villanueva de la Reina, con cerca de tres décadas de intachable trayectoria militar. Él fue el encargado, por conducto reglamentario, de preparar un programa de instrucción para los actores que darían vida a esta ficción bélica, inspirada en un hecho real acontecido en Afganistán en el verano de 2012. Convivió unas dos semanas con los actores, les ayudó para prepararse el papel pero, sobre todo, les transmitió su pasión, su fuerte vocación. El director requería de un militar para el rodaje y todos tuvieron claro a quien querían. Así comenzó esta aventura que ha supuesto el estreno de este militar jiennense en el cine. “Fue un reto, la verdad que sí. Pero pocas cosas me han echado para atrás, en peores plazas hemos toreado”, reconoce el brigada Casado.

Al final, se dio cuenta de que estos dos mundos, el militar y el cine, tan aparentemente alejados no lo están tanto: la organización y el trabajo en equipo son esenciales. “Nosotros siempre decimos cuando empezamos una operación que ya solo nos queda el 20%, el otro 80 lo hemos hecho preparándola, así que no me resultó extraño que ellos necesitaran prepararse una escena con la misma antelación”, reconoce. El rodaje se realizó en Almería, Madrid y Canarias y en las tres localizaciones estuvo: “Acostumbrados a las jornadas maratonianas, no me sorprendió el ritmo del rodaje”.

El resultado de todo este trabajo está ya listo para llegar a las salas de cine, será el 10 de marzo. Pero él es uno de los afortunados que ya lo ha podido disfrutar. “La productora organizó un pase especial previo para los militares, a los que vivieron aquel operativo, y también a los que habíamos intervenido. ¿Y qué le pareció?: “Hay un momento en el que me suben las pulsaciones y ya no me bajan hasta el final de los créditos. Y se lo dije al productor: He estado en Almería, en Canarias y en Colmenar, mientras que se ha rodado, pero esta película me ha llevado al oeste de Afganistán”. Allí estuvo de misión y lo que vivió, dice, se lo queda para él. Y no era la única misión internacional en la que ha participado, antes también estuvo en Bosnia, en 1999, y en Kosovo, en 2008.

No siempre que el cine retrata mundos tan complejos y desconocidos como las fuerzas de seguridad, los resultados son del agrado de todos. “Para gustos se inventaron los colores, pero yo sé que a la inmensa mayoría de los soldados españoles le va a gustar esta película; no es una historia en la que hay soldados, sino el soldado es el protagonista. Los actores consiguen realzar el espíritu de compañerismo, de entrega y de sacrificio”, reflexiona. Esta es su primera “experiencia” en el cine, aunque también participó en un proyecto para televisión de la productora AXN y retransmitió, en directo, un salto en paracaídas en la radio.