Un viaje a través de la soledad y el abandono en “La casa tomada”

Andrés Aguilera presenta sus nuevas obras en el Centro Cultural Universitario “Casa de Porras” de Granada

17 mar 2019 / 16:16 H.

El abandono, la decadencia y la soledad son algunas de las características que identifican al nuevo proyecto del pintor autodidacta Andrés Aguilera. “La casa tomada” es el nombre de la exposición que, desde el Centro Cultural Universitario “Casa de Porras”, se encarga de reflejar el nuevo rumbo tomado por el autor. Tras años centrado en el expresionismo abstracto, ahora ha querido experimentar con lo figurativo.

“Llevo unos 15 años pintando. Empecé en Holanda cuando me fui allí a trabajar. Al principio fue un hobby pero me entusiasmó. Entonces hasta ahora lo que he hecho es más abstracto, pero quise saltar a lo figurativo porque me di cuenta de que se está haciendo una especie de fusión. Lo que he intentado es fusionar todo lo que sabía. Las técnicas abstractas que aprendí dentro de lo figurativo”, explica Aguilera.

Según su opinión, en estos momentos los artistas están variando y conjugan ambas ramas artísticas ofreciendo diferentes conceptos y obras, lo que también les permite no anclarse y poder desarrollar toda su expresión como artistas. “No se puede dejar ni lo abstracto ni lo figurativo. Hay artistas que juegan con esta dualidad, hacen sus proyectos abstractos y luego también una parte figurativa. En este momento es importante combinar ambas cosas, en esta corriente de fusión”.

Durante las últimas semanas estuvo encerrado en la creación de estos seis cuadros que toman como símbolo las casas abandonadas como sinónimo de la soledad, la decadencia o la ruina. A pesar de que en los últimos momentos sintió la presión, ahora se muestra orgulloso de su obra, aunque reconoce que él no es la persona adecuada para calificarla. “El artista no es el más indicado para hablar de su obra, no tengo una referencia ni encajar lo que hago dentro de una corriente o un momento histórico, no soy objetivo. Es difícil, estás en tu mundo y pierdes un poco la realidad”, confiesa.

Otro de sus objetivos es lograr entrar en el mundo de las galerías dentro de España, algo que ya consiguió en Holanda. “He conseguido hacer exposiciones de este tipo en Holanda, pero en España no he conseguido meter la cabeza y entonces he contactado con salas de exposiciones que suelen aceptar bastante a cualquier artista, añade. Sin embargo, sí que asegura que está contento de la salida de la exposición porque considera que es necesario que los cuadros puedan exponerse, ya que este es el mejor síntoma de que el trabajo funciona, porque una vez se pintan el objetivo es que salgan al resto del mundo. “Lo importante es hacer exposiciones. Los cuadros tienen que estar fuera, no pueden estar dentro de la casa del artista porque ahí no pintan nada, nunca mejor dicho”.