Un viaje cultural sin salir de casa

La Unesco ofrece de libre acceso el contenido de la Biblioteca Digital Mundial

18 mar 2020 / 13:30 H.
Ver comentarios

Dicen que el saber no ocupa lugar, pero los libros y documentos necesarios para lograr ese conocimiento sí que lo hacen, al menos antes de la era digital, en la que en un pequeño pen drive caben millones de archivos cargados de información o una nube que no se ve al mirar al cielo puede contener más datos de lo que uno podría imaginar. En ese contexto comenzó a forjarse la Biblioteca Digital Mundial de la Unesco, que recopila archivos cedidos por instituciones de todo el planeta y que reúne 19.147 artículos procedentes de 193 países y que cubren un periodo de tiempo comprendido entre el año 8000 a.C. y el 2000, aunque la cifra crece día a día. Ahora, y como consecuencia de la cuarentena mundial que se vive en estos días, la Unesco decidió poner de libre acceso la totalidad de los fondos que componen esta colección que está disponible para quien quiera consultarlos en la página web wdl.org/es.

Se trata de una colección multilingüe, al contener fondos de todo el planeta, por lo que también es una buena oportunidad de refrescar idiomas o, por qué no, disfrutar de alguna de las joyas que se esconden y de las que únicamente se puede comprender los grabados e imágenes que acompañan a cada libro o escrito. Un recorrido virtual fascinante al alcance de la mano y sin la necesidad de salir de casa, un regalo para muchos que ahora tendrán horas y horas de entretenimiento sumergidos entre sus contenidos.

Lejos que lo que muchos podrían pensar, al igual que cualquier biblioteca, no solo está compuesta por libros, por lo que también se podrán encontrar mapas, ya sean antiguos o modernos, en los que contemplar cómo era las ciudades hace siglos o la propuesta del arquitecto de alguno de los edificios más conocidos de algunas ciudades; textos, fotos y, sobre todo, un extenso archivo con material histórico que permitirá viajar a comienzos del siglo XX a la guerra entre japoneses y rusos, países de América poco después de la colonización o conocer mediante grabados y dibujos lo más desconocido de África o países asiáticos.

Tampoco faltan las películas, algunas de ellas compuestas por fotografías de hace décadas con las que se pretende recrear, por ejemplo, una corrida de toros en la plaza de Sevilla, en blanco y negro y sin perder el encanto de la época.

En definitiva, joyas y reliquias que permitirán conocer el desfile por el sufragio en Nueva York, Egipto en la época de los faraones o los primeros mapas mundiales tras el descubrimiento de América.

Cultura