Una gran apuesta contra el cáncer

La compañía PUM Teatro lleva al Infanta Leonor la obra Un soñador para el pueblo con fines benéficos

10 feb 2018 / 11:19 H.

Decía el dramaturgo Antonio Buero Vallejo, refiriéndose al personaje de Leopoldo de Gregorio, en su obra Un soñador para el pueblo: “¿Sabes por eres mi predilecto? Porque te ven por fuera como el más astuto y ambicioso, pero eres un soñador ingenuo, capaz de los más finos escrúpulos de conciencia. No te preocupes demasiado por lo que digan de ti, ya ves que es inevitable. Nuestro juez es otro. ¿Tienes miedo, verdad? Porque, quizá ser valiente no es solo cuestión de suerte”. Por esa razón, los miembros del Proyecto Universitario de Mayores, PUM Teatro, se atrevieron a representar este texto sobre las tablas del Infanta Leonor y, además, por una buena causa. Así comenzó el Festival de Teatro Contra el Cáncer, un encuentro con la cultura en el que todo lo recaudado en la taquilla irá destinado a la Asociación Española Contra el Cáncer, AECC.

“Es de agradecer que nos hayan dejado abrir un festival con tanto corazón. Esta obra es un alegato a la esperanza que invita a certificación de los ideales cuando se piensa que algo se está haciendo bien. Quisimos representar esta obra también para rendir homenaje a José Luis Fernández, antiguo director del grupo teatral, que falleció a consecuencia de un cáncer en septiembre del año pasado. Él siempre mantuvo la esperanza hasta el último momento y fue un ejemplo para todos”, indicó Ana Dolores Mena, directora de la obra.

Por su parte, y antes de que comenzara la representación, Marcelino Medina, presidente de la AECC en Jaén, dio las gracias y la bienvenida a los asistentes, y afirmó: “El objetivo de este encuentro no solo es el entrenamiento, sino también el apoyo a las personas con cáncer y sus familias. Ninguno de ellos estará solo porque siempre contarán con nuestro apoyo. Esta cita es posible gracias al esfuerzo y trabajo de Gádor Moya y Cristina Nestares”.

Así, un juego de luces, sombras y danza inundó el Infanta Leonor de solemnidad. En la penumbra, y con un sigiloso movimiento, salieron a escena sus personajes, interpretados algunos por actores principiantes como Eucrasio Castellano, Ana María Fajardo y Ana Mulero, entre otros. Ellos se enfrentaron al reto de representar una trama de tintes dramáticos como es Un soñador para un pueblo, que traslada a los espectadores al siglo XVIII, época del reinado en España del Borbón Carlos III. En ese momento, surgió la Ilustración un movimiento de Reforma que pretendía modernizar el país. En él, el Marqués de Esquilache, de origen italiano, se encargó de imponer una serie de medidas que no gustó nada al pueblo español y se tacharon de impopulares. La lucha del pueblo contra el poder y la resistencia al cambio cuando se cree en las cosas no se están haciendo bien llenó de aplausos el teatro, visiblemente lleno por la oportunidad de disfrutar de una gran obra y contribuir a una causa benéfica.