Una nueva “mitología” para entender y sentir el mundo
Begoña Rueda presenta su poemario Princesa Leia en Letras Capitales
La poesía es leer y sentir”. Fue la única frase que la joven poetisa Begoña Rueda dijo en la presentación de su primer poemario, Princesa Leia, en la última cita del Centro Andaluz de las Letras en la Biblioteca Provincial. Prefirió, como si de un recital se tratara, regalar a los asistentes algunos de los versos que la hicieron ganadora del segundo Premio de Poesía Joven Antonio Colinas, con el que la editorial sevillana La Isla de Siltolá ha publicado esta ópera prima de la jiennense.
Pero antes ya se había ocupado Miguel Ángel Olivares de presentar a esta nueva voz literaria que pisa con fuerza en el panorama andaluz. “Es una poesía plástica que interpela al lector. Un libro valiente, lúcido y honesto”, destacó. “Más que como original, Begoña Rueda se presenta como un soplo de aire fresco”, defendió. Conocida en el ámbito literario de la ciudad por participar en numerosos recitales y talleres, como recordó el presentador, esta estudiante de Filología Hispánica ha publicado en obras colectivas como Cuentos en el Museo y colabora con la sección Poesía en Elm Street, del programa “Castillo de Versos”, en Uniradio Jaén, en el que habla de la poesía en el cine. Además, el año pasado obtuvo el primer premio del concurso Facultad, de la Universidad de Jaén, con La canción del bardo y fue finalista en Ucopoética, en Córdoba. Entre las anotaciones de este poemario “que le ha enamorado”, como confesó Olivares, destacó que Princesa Leia presenta una “mitología moderna, no religiosa”: “Logra formar un mundo ficticio que hace propio y que da lugar a un profundo sistema filosófico”. De hecho, en este universo La guerra de los mundos, Star Wars y Encuentros en la tercera fase son algunas de las referencias que se encuentran entre sus versos.
“Esta nueva mitología es ante todo una forma de expresar, comprender y sentir el mundo y la vida diferente de cómo lo haría la lógica”, añadió. El lenguaje, señaló, está lleno de imágenes y símbolos y expresa “lo que no puede hacerse con lenguaje corriente”. “Nos encontramos con un poemario que desvela pensamientos y sentimientos íntimos de la poeta; es una poesía confesional o del yo, poemas autobiográficos que dejan espacio para temas como el antibelicismo, el feminismo, el sexo, el amor, el miedo, la soledad o la extrañeza ante el mundo”, enumeró. “Cuestiones de la más cotidiana realidad, expresadas de un modo muy personal”, resaltó. De la rima, dijo, es ligera, “casi inapreciable a los oídos”.