A favor de la rutina

    22 oct 2018 / 11:49 H.

    S i no fuera porque la rutina tiene para mucha gente un sentido displicente (culturas hay que la ven como una virtud instrumental de interés), podríamos caracterizar el partido de ayer en Torredonjimeno de esa manera, con el calificativo de rutinario. Aunque ¡feliz rutina y feliz repetición! Los sabios en cuestiones estratégicas y tácticas disponen de materia sobrada sobre el desarrollo futbolero y técnico del equipo. Alguno ha comentado que la propuesta sigue siendo interesante y atractiva pero que adolece de algo de profundidad. Muchos minutos lleva, comentaba ayer un buen aficionado en algún momento, sin tirar a gol. Pero, al final, eso, la rutina, lo que ha ocurrido ya en bastantes partidos y amenaza con implantarse como seña de identidad. Parece, valga la broma, que estamos tratando de desmentir a Vicente Verdú, que defiende que el fútbol ha entrado en el capitalismo de ficción porque se desarrolla sin guion previo. Es, escribía, el actual estilo del mundo. Pero para nosotros no, afortunadamente no es así, el equipo sigue otros cánones. Parece como si el libreto estuviera escrito de antemano: pasemos el tiempo, juguemos con belleza al fútbol, controlemos ¡eso por supuesto! al contrario y luego, cuando falte un rato, pues metemos un par de goles y a descansar. Es como nuestro secreto, que exige a los seguidores calma y paciencia. Y de esta manera a lo mejor ni siquiera hace falta la propuesta de la semana pasada, solicitar que se juegue de adelante hacia atrás. (Fuera del contexto estrictamente deportivo y futbolístico, sería injusto no destacar la digna y honorable actitud del árbitro, al exigir al público la necesidad del respeto y la consideración a las personas, sea cual sea su origen y condiciones individuales. Reconvenir públicamente una conducta, reprobable en sí misma y en cuanto se cubre entre el colectivo, ha sido un gesto de distinción que le honra y que queremos dejar escrito aquí con letras de oro. Su nombre, para el presente y el futuro, Alejandro Ruiz Aguilera del colegio granadino. Como debe ser, y que los demás, incluidos los grandes, tomen ejemplo).