Adiós a la categoría de bronce, bienvenida la Tercera División

El Atlético Mancha Real cierra una temporada extraña y de ensueño

17 may 2017 / 16:00 H.

El Atlético Mancha Real cerró con una victoria una temporada que se puede calificar como extraña. La ilusionante primera vuelta en que los resultados acompañaban ese sueño de un club modesto que vivía por primera vez el disputar las 38 jornadas de la categoría de bronce, que invitaba a imaginarse la permanencia y el seguir enfrentándose a clubes históricos como el Real Murcia, el Recreativo de Huelva y, como no olvidar sus rivales más próximos el Real Jaén y el Linares Deportivo.

Pero como si de una montaña rusa se tratara todo lo que subió también bajó. Las continuas derrotas, la salida de jugadores en el mercado de invierno, la incorporación de otros futbolistas que no han dado el 100 por 100 esperado, la destitución del técnico, todo ello unido a las continuas bajas y sanciones hicieron mella en una plantilla humilde y corta como la del Mancha Real.

La llegada de un nuevo técnico, Rodolfo Bodipo, pareció dar un soplo de aire fresco que a pesar de que los resultados no acompañaron, si que fue notorio el cambio tanto físico como sobre todo y más importante mental que dio el vestuario del Atlético Mancha Real.

El sentimiento general de esta plantilla, tanto de jugadores como de cuerpo técnico es que ha faltado tiempo. “Ahora estamos a gusto”, comentaban algunos jugadores. Y es que las últimas jornadas los de Bodipo mostraron otra cara, un juego más fuerte, cohesionado en el que se vio ilusión y ganas perdidas a principio de la segunda vuelta.

Muchos jugadores ya han regresado a sus respectivas ciudades, con ese sabor agridulce de no haber podido cumplir el objetivo que se marcaron a principios de temporada. Con esa pena de haber vivido una primera vuelta ilusionante que no supieron mantener en la siguiente. Borja Romero comentaba que “A pesar de lo deportivo me quedo con lo personal, con el calor de la gente, el cariño y buen ambiente en el vestuario”. Esto es algo que muchos jugadores han valorado, el gran apoyo de la afición que a pesar de las derrotas, de las decisiones arbitrales, ellos han estado ahí domingo tras domingo, animándoles y haciéndoles llegar todo su calor porque como el capitán Ramón Ruiz dijo: “Nuestra afición es el motor de nuestro equipo, ellos no nos han dejado caer en ningún momento”.

Airam Benito también comentó que este año ha sido especial para él a pesar de los resultados. El canario nunca se imaginó liderando la clasificación de máximo goleador del grupo IV de Segunda División B: “Mi rol y mi objetivo siempre ha sido defender el centro del campo y ayudar”.