El FC Barcelona golea en un partido gris contra la Roma

Dos tantos en propia meta del conjunto italiano

05 abr 2018 / 09:22 H.

El FC Barcelona ganó a la AS Roma en el Camp Nou (4-1) en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones en un partido gris en el que cobran una buena ventaja gracias a dos autogoles de los romanos, a un rebote que permitió a Gerard Piqué poner un resultado engañoso mejorado por el tanto de Luis Suárez al final, restando peso al gol de Edin Dzeko que dejaba vivo el cruce. Salió el Barça adormilado, demasiado tranquilo y permitiendo a la Roma estar cómoda en el Camp Nou. Poco a poco, con el balón, los blaugranas se asentaron y empezaron a probar fortuna y ésta llegó en forma de dos goles en propia puerta y de un rechace que le cayó a Piqué para marcar a placer.

Luis Suárez, cuando el 3-1 hacía temblar al feudo culé, puso un 4-1 más disuasorio. Tiene una buena ventaja el Barça para acudir al Stadio Olimpico di Roma, pues los de Eusebio Di Francesco necesitan un 3-0 mínimo para darle la vuelta a la eliminatoria. Estuvo atrevido el técnico italiano, sobre todo cuando yendo abajo en el marcador, hizo cambios pensando en marcar gol y sin temor a encajar un cuarto. Finalmente sucedieron ambas cosas. El equipo de Ernesto Valverde no fue el de las grandes noches, distó mucho de aquel equipo que le endosó un 3-0 al Chelsea en la vuelta de los octavos de final. Apareció Leo Messi para caracolear y poner a prueba a Alisson, varias veces, pero sin poder agrandar los 100 goles en la “Champions” por los que fue homenajeado antes del partido. Pero sí marcó Luis Suárez, oportuno y clave, cuando la Roma iba en busca del 3-2. Había estado impecable Marc-André Ter Stegen en dos acciones de gran valor y vistosidad impidiendo los goles romanos por vía de Perotti o Defrel. Pero sin el gol del uruguayo, que no marcaba en la Champions desde el 6-1 al PSG del año pasado en los octavos de final, el Barça se habría ido en peor situación. Suárez se desquitó e hizo callar a los que le criticaban su sequía, como Piqué celebró por todo lo alto su gol. No así Daniele De Rossi o Kostas Manolas, que marcaron pero no en la portería que hubieran deseado. Y si Suárez no falló, tampoco faltó a la cita con el gol Edin Dzeko, marcando su quinto gol en esta ‘Champions’ y dando algo de esperanza a su equipo, que vivió un malfario. Pero no todo fueron tréboles de cuatro hojas para el Barça, que vio como Ivan Rakitic enviaba un potente centro-chut al palo de un Alisson que, pese a ser protagonista esta temporada y tener muchas novias por su gran campaña, no atajó apenas balones sino que desvió los tiros y estuvo impreciso, como en el gol de Piqué. Eso sí, tiros que olían a gol los desvió para anular el peligro mayúsculo. Mucho mérito tuvo el partido de Alisson, pero también el planteamiento de su técnico. La Roma buscaba el gol que les metiera en la eliminatoria, con 3-0, y Edin Dzeko, su máximo artillero, superó la marca de Jordi Alba y la oposición de Ter Stegen desde la frontal del área pequeña. Después, el meta alemán rectificó un error propio en la salida previa con una espectacular reacción a tiro a bocajarro de Defrel. Justo en la siguiente jugada, a mano cambiada, se lució de nuevo a tiro peligroso de un Perotti que falló lo que no se puede fallar a estas alturas nada más empezar la segunda parte, enviando fuera un cabezazo casi en el área pequeña y libre de marca, con Ter Stegen vendido. El Barça reaccionó pero no del todo, y no fue capaz de anular con el balón y la posesión a un rival que fue de menos a más, perdiendo la vergüenza inicial, aunque al final fue goleado. Lo mejor fue el marcador para un colectivo discreto anoche.