El orden del Real Jaén desarbola al Cartagena

Desarrolla un inteligente, sereno y exquisito partido ante un equipo que vino con carné de promoción

07 nov 2016 / 12:14 H.

Por lo general, la vida, y por consiguiente el fútbol, que acaba siendo sin buscarlo una actividad de totalidad, se pueden pensar y dirigirde dos maneras principales. Una consiste en formular y llevar a cabo un conjunto de instrucciones o reglas bien definidas y ordenadas, que se incluyen en lo que se llama un proyecto. A esta manera de actuar y comportarse, que se rige por lo razonable y lo previsto en una planificación, se le llama con una palabra un poco altisonante pero que los estudiantes están hartos de manejar: “algorítmica”. La otra, a la que la mayoría denomina como pensamiento lateral, se utiliza y trata de resolver los problemas de manera imaginativa, mediante actitudes de creatividad y estrategias no ortodoxas. El Real Jaén había ganado el partido ante el Granada B, manejando en su parte final este último procedimiento. Roto el juego, cada equipo se lanzó a hacer lo que le podía y le salía de su empuje y así fue como Óscar Quesada consiguió el gol del triunfo en el descontrol más absoluto y el desorden más general.

Pero ayer fue otra cosa muy diferente. El encuentro que el Real Jaén jugó contra el Cartagena siguió escrupulosamente todas las reglas que exige el pensamiento citado al principio, el algorítmico. Su diseño teórico y la ejecución de su juego gozaron de cualidades racionales, sensatas y con sentido. El equipo, que casi parecía nuevo y apenas conocido de antemano, se desplegó sereno y seguro, firme y convencido en sus detalles, corriendo lo que había que correr y hasta soltando belleza cuando triangulaba en un palmo de espacio.

Ya se había entreabierto una puerta el domingo anterior con el magnífico gol antes citado y hasta en San Fernando, sin venir contentos del todo, el resquicio de luz había subido de intensidad. Los seguidores del Real Jaén habían dejado atrás la mirada torva y tosca de los primeros tiempos imposibles e iniciado una cara más amable como aquello de “penas y duelos olvida / canta deleites y amores...” Había mucha expectación a ver qué pasaba, precisamente ante uno de los grandes del grupo. Y todo fue éxito.

De esta forma empezó el partido. Los blancos, en un escenario más bien reducido porque las dos defensas cerraban el campo, dominaban el juego de tal manera que casi hasta la consecución del gol, Felipe apenas había visto el balón a su alrededor. No muy determinantes, así hay que decirlo, pero ya habían conseguido un par de ocasiones de interés. El partido seguía una tónica calmada en su teoría pero vibrante y decidida. El Real Jaén, sin estridencias descabelladas, dejaba señales de juego calmado, con jugadas de buena calidad, sabiendo lo que tenía que hacer. Mientras, de los albinegros apenas se tenía noticia, envueltos como estaban en una maraña de juego y pases que parecía no entendían del todo. Y así llegó el gol. Víctor Andrés se apoderó del balón en zona de los medios cartageneros y con empuje e inteligencia avanzó lo necesario para batir al portero. Con el equipo, que pasó a una línea de cuatro para una mayor contención, se llegó al descanso, en un clima de contento, tranquilidad y satisfacción.

Empezó el segundo tiempo en la misma tónica y el mismo discurso en que se habían quedado las cosas antes del descanso pero, como era de esperar, los de Cartagena se sentían obligados a hacer algo más serio y de mejor resultado y así ocurrió. El momento, su punto de gloria, fue un ataque, a falta de un cuarto de hora, a la portería blanca que Felipe despejó con estirada que podría competir con la más notable del año. Impresionante. Y, a partir de ese momento, las cosas se equilibraron, el Real Jaén volvió a tener algunas ocasiones más livianas, como así el Cartagena, hasta que Sergio Molina, que poco a poco va entrando, cedió a Vitu para que este cerrara el partido, el día y, de momento, la semana.

Algunas modificaciones en la estructura del equipo se habían producido. Álex Carmona se estrenaba como defensa central y, en verdad, cumplió a la perfección su nueva tarea. Cifu estaba pendiente de echar una mano a la defensa y Fede, hasta que se lesionó (¡mala suerte otra vez!), se volcaba hacia el centro para ayudar a Víctor Andrés en su tarea de media punta y dejar abierto el camino a David Ordoñez que bien lo utilizaba.

El pensamiento lateral tiene el encanto de su vibración explosiva, lo que también lo hace bello, pero carece de la racionalidad y la expresividad de la mente que adorna la otra manera de acción.

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Gilberto Moreno

El entrenador del Real Jaén solo tuvo palabras de elogio para sus jugadores. “La unidad y el compromiso nos permitió superar a un conjunto con un potencial extraordinario. Hemos pasado de tocar fondo a sumar siete de nueve puntos posibles. Estoy feliz de la entrega que exhibieron los futbolistas”, destacó Ramón Tejada. El técnico explicó los cambios realizados en el equipo, que resultaron determinantes para superar al Cartagena: “Había que plantear un partido serio y con rigor por la calidad del rival. Estuvimos acertados y les hicimos daño en su campo”, indicó el técnico blanco.

Preguntado por los posibles movimientos en el área deportiva y en el banquillo del club, Tejada afirmó: “Tengo fuerzas para seguir trabajando por el Real Jaén. Soy un empleado del club. Vine como director deportivo y después tuve que dirigir al equipo. Voy a seguir trabajando al cien por cien como lo he hecho hasta ahora”, dijo el preparador.