El Real Jaén se agarra al calor de La Victoria

Los jiennenses vencen por la mínima a la UD San Pedro y se afianzan en los puestos de promoción

04 dic 2017 / 09:06 H.

Deportivamente hablando, seguro que algunos analistas de los que manejan el saber futbolístico con alto sabor de esencias, calificarán el partido que el Real Jaén y la UD. San Pedro jugaron en La Victoria como anodino y puede que hasta insulso. Seguro que en su taxonomía colocarán el desarrollo del encuentro como un acontecimiento que, más allá del resultado para la clasificación, apenas aportó algo de interés. Y, por supuesto, que acertarán. Todo fue como que no fue y todo existió como que no existió. Eso, se ha dicho, deportivamente que es lo que cuenta. Un juego de nada como si la nada fuese algo.

Pero, claro, en una vivencia como esta, es necesario echar mano de otros valores que en muchas ocasiones, con la precipitación y el desasosiego, dejamos arrinconados, pero tienen su derecho de ejercicio. ¿O acaso no son importantes en la vida, imprescindibles habría que decir, esquemas de comportamiento como la amistad y el amiguismo? ¿Y qué mejor ocasión que partidos como este para dedicarse a la charla con los compañeros con los que se comparte, a veces durante años, cercanía de asiento? En los encuentros suelen los abonados sentarse, a veces durante años, con compañeros con los que la emoción no permite profundizar en sus relaciones, preguntar por la familia o interesarse por la vida en general y esa fue una oportunidad que ni pintada. Dado que en el terreno de juego solo se desarrollaba un tejemaneje de escaso valor futbolístico pues, ¡nada!, a mejorar la vida social y la convivencia.

Porque, por ejemplo, en el primer tiempo, salvo quizá los quince o veinte primeros minutos, no pasó nada reseñable y todo fue el discurso pausado de un equipo mientras el contrario ni salió de su campo y sólo se ocupó de defender su integridad, eso sí, con pundonor, cabeza y serenidad. Un penalti a punto de irse al recreo y que, como ocurre en estos casos, lo ven todos los presentes menos el árbitro, es la única referencia que puede señalarse como motivo de charla. Algún socarrón planteó si el portero Emilio tenía derecho o no a cobrar el sueldo de su trabajo.

En la segunda parte, tras el gol de los locales, algo se animó el ambiente pero, salvo una jugada peligrosa, (peligrosilla, dirían los perspicaces) todo fue como desde el principio. Los locales habían perdido las llaves del sepulcro de El Cid y no veían cómo cerrar el partido. Y los visitantes, a lo suyo,

Viendo lo que se veía, podría uno recordar lo que confesaba aquel famoso cronista, que tampoco sabía nada de fútbol, Wenceslao Fernández Flores, hablando de las divisiones inferiores. Refiriéndose a la Segunda División se preguntaba si los balones serían más pequeños, las porterías más grandes, los fútbolistas más débiles y las entradas más baratas. Pues ¡menudo! Habría que decir según fuéramos bajando de categoría. Este ingenuo espectador, que fue el primero que habló de lo de los vicegoles, que son aquellas jugada de ¡uy!, proponía que estas fuesen premiadas con medio punto o con un cuarto si el ¡uy! No se oía muy lejos. Y eso fue lo malo del partido que pocos añadidos de partes de puntos se hubieran podido hacer contabilizando las reacciones del público. Al fin y al cabo, insistía en que el marcador es el termómetro del estado de ánimo colectivo, hasta el punto de que podrían saberse los goles marcados viendo la cara de la gente.

Y una noche más, mientras la luna llena volvía otra vez por La Victoria, el partido se convirtió de acuerdo con la greguería, en un ascensor que llama en todas las puertas por las que pasa, pero solo una le hace caso. No estuvo la tarde para filigranas ni goyerías. Y tampoco para disfrutar del fútbol.

Debut de Ezequiel y varios cambios

Ezequiel Amores debutó con la camiseta del Real Jaén en el partido con el San Pedro. Formó un seguro dúo en el centro de la defensa con Ramón Ruiz, que se ha consolidado como titular desde la llegada de Salva Ballesta. El entrenador también dio entrada en el equipo a Emilio Muñoz, Juanlu, Góngora y Luizinho Silva.

Meta de jugar un amistoso
el día 28 o 29

Salva Ballesta quiere aprovechar las vacaciones de Navidad para disputar un partido amistoso el día 28 o 29 de diciembre, aunque todo dependerá del estado del césped del Estadio de La Victoria. La intención es jugar contra un conjunto de Segunda División, como reveló el entrenador del Real Jaén.