Éxito de prestigio en un choque caracterizado por la tecnología

Los de Lopetegui ganan con goles de Silva y Deulofeu

29 mar 2017 / 11:35 H.

La selección española consiguió un triunfo de prestigio en su visita a Francia (0-2) gracias a los goles de David Silva y Deulofeu, ambos en la segunda mitad, en un partido amistoso celebrado en el parisino Saint-Denis y marcado por la utilización del VAR —la tecnología para rearbitrar—. El equipo de Julen Lopetegui fue claro dominador de un envite que solo tuvo color español. España recuperó la alegría que tan buenos resultados obtuvo en el ciclo anterior y lo hizo en base a un centro del campo que capitanearon Isco e Iniesta a las mil maravillas. El dominio tardó en reflejarse en el marcador hasta la segunda mitad, pero llegó. Francia comenzó pujante e incluso avisó a David de Gea en una jugada del efervescente Mbappé -en la agenda del Real Madrid- e incluso Piqué tuvo que sacar un balón bajo palos, pero a partir de ahí se acabó el repertorio de la actual subcampeona de Europa, que se disipó ante el 70% de posesión de La Roja. Por momentos, el equipo español recordó a aquella selección exquisita de Luis Aragonés. Toque, apoyo y continuación. La mejor arma para desarbolar a una Francia cuya virtud es la velocidad. Sin embargo, el gol tardó en llegar para una España que, siendo mejor en el acto inicial, terminó marcando sus dos goles en la segunda mitad. Un Pedro voluntarioso y un Morata muy perdido no pudieron cambiar el curso del partido. Ni tan siquiera el bueno de Iniesta, que tuvo un mano a mano con Lloris a la media hora que intentó ejecutar sin éxito con el exterior de su pierna derecha. El sabor agridulce de los españoles dio licencia a que Francia despertase nada más salir del túnel de vestuarios Como si del 27 de junio se tratase —fecha de la eliminación en la Eurocopa ante Italia— y en el mismo escenario para más inri, España salió algo dormida y cedió a la calidad de los franceses. Griezmann, con un buen cabezazo, marcó gol en la primera ocasión que tuvo, pero la tecnología dejó helado a Saint-Dennis cuando el árbitro decidió anularlo por fuera de juego.