Imperiales en el adiós a un año pleno de triunfos

Que tomen nota las autoridades: Jaén necesita ya un palacio de los deportes después de teñir de amarilla Granada en el último partido de la temporada del olivo mecánico, que fue eliminado como un campeón en un partido inmenso y que se resolvió en el segundo tiempo.La marea del Jaén Paraíso Interior le dio colorido a la ciudad en plena Feria del Corpus y contó con el apoyo de los granadinos para llenar la instalación. Siete mil almas para presenciar un partido de fútbol sala, lo que demuestra la pasión que despierta este deporte. Ganar el partido para continuar el sueño y vencer para llegar a la quinta final consecutiva. Esa era la incógnita a resolver y esta situación motivó un respeto mutuo entre el Jaén Paraíso Interior FS y el Movistar. Fue una auténtica partida de ajedrez en los primeros minutos con dos conjuntos que no generaron ocasiones, excepto un lanzamiento al poste de Gadeía. El gol del brasileño Elissandro, en una acción pura de un pívot, reactivó a los hombres entrenados por Daniel Rodríguez, que no estuvo tan encorsetado en la pista. Liberó la tensión y empezó a crear ocasiones bien guiados por Mauricio y Alan Brandi, pero otra vez surgió la figura de Álex González. El meta tomó otra vez el relevo de Jesús Herrero. Con los pies y las manos estuvo seguro y frustró las opciones amarillas. El Movistar no dio un paso atrás y buscó resolver con una genialidad de Ricardinho. El portugués es mágico, pero la acción de la primera mitad tuvo como protagonista a Solano, con un túnel y un pase atrás salvado por Dídac, que en la recta final ofreció su habitual recital con paradas de auténtica estrella del fútbol sala.La tormenta amarilla se desató en el segundo periodo. Durante bastantes minutos minimizó al Movistar Inter, que se sostuvo en la pista gracias a su portero. El Jaén Paraíso Interior sometió a un bombardeo constante a los campeones de Liga y Europa. Javier García Moreno, “Chino”, apareció y contó con dos claras ocasiones para empatar en un tiro a la cruceta y en otro que paró Álex. El relevo lo tomó Giasson con dos secuencias parecidas y que no terminaron en gol. Sí empató Chino en una excelente recuperación de Alan Brandi. El Palacio de los Deportes se convirtió en una caldera con 7.000 almas animando a los jiennenses. Pero el delirio se desató con el tanto de Bingyoba en una acción de calidad y de pívot nato. El dos a uno hizo soñar con forzar el tercer partido en Torrejón de Ardoz del próximo viernes, pero el Movistar, que no había existido, recurrió a la calidad de individual. En un abrir y cerrar de ojos remontó con dos dianas de Borja, cuando Campoy tuvo el 3-1 en un mano a mano con Álex. No desfalleció el olivo mecánico, que recurrió al portero, incluso ni con el 2-4, porque Carlitos puso el 3-4 a falta de un minuto. Pola, en los último segundos, resolvió el partido. Fue una derrota cruel e injusta, que sirvió para cerrar un año imperial con una Copa de España, cuarto puesto en la Liga regular con récord de puntos, subcampeón de la Copa del Rey y semifinalista. Los jugadores y el cuadro técnico salieron para saludar a una afición inmensa, el mejor patrimonio de la entidad jiennense. Unos 3.500 acudieron a una maravilloso Palacio de los Deportes de Granada pafra animar a un conjunto que hace historia con unos resultados extraordinarios. Desde hoy empieza el proyecto para la próxima campaña, donde el objetivo es seguir en el Olimpo de los elegidos.