Kevin Gameiro silencia al Betis en el descuento

El Valencia logra empatar (2-2) en el Villamarín y deja la eliminatoria muy cuesta arriba a los de Setién

08 feb 2019 / 09:44 H.

El Valencia CF sacó un empate (2-2) en el minuto 92 ante el Real Betis en la ida de la semifinal de Copa del Rey celebrada en el Estadio Benito Villamarín, el que será sede de la final el próximo 25 de mayo, un choque de alto ritmo e intercambio de golpes en el que los locales mandaban 2-0 a 20 minutos del final, cuando Cheryshev y Gameiro resucitaron a los valencianos.

Sin el glamur del Clásico, pero dos equipos con vitrinas, el pulso entre béticos y valencianistas se confirmó como igualado, intenso y largo. Dio para mucho ya el primer asalto, que tuvo el Betis en su mano para acercar volver a casa como anfitrión de la final. La reacción visitante la lideró y culminó Gameiro con el 2-2 en el minuto 92. Los tantos de Loren y Joaquín, de gol olímpico, perdieron peso para la vuelta dentro de tres semanas en Mestalla.

El ambiente y el premio de la eliminatoria dejó una bonita lucha desde el inicio, con intercambio de dominio y llegadas y el gol al borde del descanso de Loren. A las llegadas le faltaban el último pase y fue el Valencia el que avisó primero. Soler afinó ese último envío para encontrar a Rodrigo, que forzó el paradón de Joel. En el córner posterior, el meta local tuvo de nuevo que lucirse en el remate de cabeza de Mina. Sin el balón y con un alto ritmo, al Betis le costó recuperar la compostura, en un cambio inesperado de guion por la lesión a los 10 minutos de Bartra y la entrada de Javi García. La réplica terminó llegando y, cómo no, la lideró Canales. Con las cartas sobre la mesa, el Valencia se volvió a despistar, en un saque de esquina en corto, con el balón de Canales a Sidnei en el segundo palo y Loren dispuesto en la olla. A presión estaba el Villamarín, para celebrar la ventaja antes del descanso y explotar en la reanudación. Los de Marcelino volvieron a amagar, en especial con las carreras de Rodrigo, pero quien derribó de nuevo puerta fue el Betis y su eterno Joaquín. El capitán bético se volvió loco con un gol olímpico que confirmó el VAR, otro saque de esquina que, con más dolor si cabe, condenaba al Valencia. El cuadro “che” movió el banquillo con Gameiro y Kondogbia, cambios vitales. El francés revolucionó el partido, de sus botas partió el gol de Cheryshev que resucitó a su equipo para después, en el minuto 92, anotar él mismo la diana que sentenció la alegría del Betis.