La filosofía del aikido

Jacinto Camacho recibe la Medalla de San Jorge por el Concilio de Maestros en Cartagena

24 nov 2018 / 09:14 H.

Alejarse de la competitividad en una búsqueda constante por avanzar en todos los aspectos de la vida. Esta es la filosofía del aikido, el deporte al que Jacinto Camacho ha consagrado 30 años de su existencia. La característica fundamental de esta disciplina es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario preferiblemente sin dañarle. El maestro Camacho tiene como objetivo llegar a vivir, con todo lo que supone este verbo —no solo economicamente—, enseñando este deporte sobre este deporte en su ciudad, Jaén. Su esfuerzo y dedicación fue reconocido por el Concilio de Maestros de España, una entidad creada para velar por la profesionalidad de todos los colegiados en este deporte. Debido a la profesionalidad y la seria trayectoria del jiennense en este deporte, la organización seleccionó a Camacho para recibir el reconocimiento de la Medalla de San Jorge en un acto celebrado en el Auditorio de la Universidad de Cartagena.

Jacinto Camacho comenzó su aprendizaje bajo la supervisión del maestro Francisco Morago en Jaén, tras tres años de estudio, conoció al que sería el sensei que marcó su trayectoria, Endo Shina, octavo Dan del Aikikai de Japón. Durante los 27 años de su carrera deportiva profesional, Camacho ha conseguido los títulos de Maestro Nacional por el Consejo Superior de Deportes; el quinto Dan por la Federación Española de Aikido, el quinto Dan por el Aikikai de Japón y una larga lista de éxitos y formación en países como Francia, Austria o Japón, que le hacen merecedor de este reconocimiento. Sin embargo, cuando el Concilio de Maestros de España se puso en contacto con él, Camacho consideraba humildemente que muchos otros deberían optar a este honor antes que él mismo. Es por estos valores y su indudable trayectoria en la disciplina del aikido que fue el escogido para el galardón de la Medalla de San Jorge.

En el emotivo acto que tuvo lugar en la Universidad de Cartagena, al que asistieron maestros de todo el mundo y en el que se reconocieron las carreras de muchos de los mejores deportistas de España, Jacinto Camacho ejerció como perfecto embajador de su tierra y brindó el premio a Jaén, la ciudad en la que nació y en la que “algún día” fundará su propia escuela.