Pasarela de 33 jugadores en un mercado de fichajes eterno

El fanstasma del descenso administrativo se paseó en el mes de junio por la capital jiennense después de la agonía y el esperpento vivido la pasada campaña con el regreso al pozo de la Tercera División. Veintisiete años después se volvía a las catacumbas del fútbol, la cuarta categoría por importancia. Tomás Membrado hizo frente a los 119.000 euros —cantidad acordada por la comisión mixta— que se le adeudaban a los futbolistas, además de abonar el dinero de los contratos federativos a los entrenadores. Ahí empezó el primer proyecto del presidente blanco y se apostó por la austeridad y por cambiar en varias ocasiones las partidas presupuestarias. Se optó por entrenar por las tardes, algo inusual en el Real Jaén, cuando ya se habían anunciado las incorporaciones de David Rojas Díaz, “Valenciano”, como entrenador, y Fernando Campos, en el puesto de secretario técnico. Junto con José Quesada—ahora en un segundo plano— y Salvador Márquez formaron el núcleo para trabajar en la confección de la plantilla y en el diseño de las categorías inferiores, que después se le encomendó a David Oya. La diferencia entre Segunda B y Tercera es que el mercado está abierto desde julio al último día de enero. Con un combinación de jugadores provinciales y otros llegados de Andalucía y de otros puntos del territorio nacional, comenzó una temporda marcada por la ilusión y con una exclente repuesta en la campaña de socios, con 3.800 abonados con el comienzo de Liga, cifra cerrada en 4.055 con la captación de enero. Con un equipo aún en formación se cambió el proyecto y la mentalidad. De la austeridad inicial se paso a la profesionalización y la primera víctima fue Fernando Campos, aunque al actual entrenador del Porcuna se le argumentó una justificación distinta y se le dijo que se gastaba demasiado dinero en los viajes para los seguimientos de los rivales y jugadores. La decisión se la comunicó Andrés Rodríguez, el consejero delegado, en una reunión que terminó de madrugada. Ese fue el primer paso para cambiar la estructura. Valenciano, el día 25 de septiembre, dejó de ser entrenador y no aceptó la propuesta de continuar en el club que le formuló Membrado. Fueron momentos de convulsión y sorpresa. El relevo estaba decidido y el club blanco contrató a Rubén Andrés como director deportivo —su nombramiento estuvo en suspenso debido a que se le acusó de que aún ejercía de representante— y al exjugador Salva Ballesta como entrenador.

El Real Jaén ha sido una auténtica pasarela de futbolistas los últimos siete meses, porque han llegado a participar 33 jugadores, relación en la que se incluye a los juveniles Juan Rodríguez y Pedro Aceituno, que debutaron en el partido con el Melistar. La estadística aumentará cuando le llegue la oportunidad al linarense Marcos Drommel. El madrileleño Sergio Guacho fue el único que no tuvo el privilegio de participar en un partido oficial. Dos días antes de empezar el torneo en Atarfe se oficializó su marcha del Real Jaén. La foto ha cambiado del equipo que se presentó en la Plaza de Santa María el 17 de agosto, porque por distintos motivos se marcharon Joserra, Peces, Samu Urbano, Toni, Poblaciones, Sergio García, Sergio García, Rentero, Dani Góngora y Vera. Estos dos últimos protagonizaron casos singulares. Fueron fichajes de ida y vuelta. Góngora no aprovechó las oportunidadades que le concedió el actual entrenador, mientras que Vera, que llegó como la “perla” de la cantera del Córdoba B, se difuminó con el paso de los encuentros hasta pasar de la titularidad a ser inquilino de la grada. En el equilibrio está la virtud y ese mensaje que lo captó Rubén Andrés, que no ocultó su deseo de realizar los cambios necesarios para cerrar una equipo solvente y con capacidad para ilusionar al aficionado. Combina experiencia y juventud, un dato importante para la categoría. El primer fichaje se realizó el 4 de julio y el último el 31 de enero. Con el nuevo director deportivo llegaron y se han quedado el meta Luis Arellano, los defensas Manu Martínez, Ezequiel, Ismael Heredia y Marcos Drommel, los centrocampistas Álvaro Torralbo, Juan Carlos y Mario Martos, y los delanteros Pedro Beda y Luizinho. De la etapa anterior siguen doce jugadores, la mayoría de ellos claves en un proyecto que cambió de forma drástica y se cobró bajas.