Pesadilla de un Real Jaén vulgar y al que se le olvida crear ocasiones

Notable partido del Villacarrillo, y gritos de fuera, fuera de la afición

13 nov 2017 / 09:36 H.

Seguir al Real Jaén a domicilio se ha convertido en un ejercicio de masoquismo con mayúsculas por la imagen que ofrece la escuadra. Con el nombre, con el escudo o con la historia no se ganan los partidos, ni mucho menos. La tradición le permite a los rivales recaudar la mejor taquilla de la temporada y de motivación extra para sus futbolistas. El Real Jaén pasa de Jekyll en La Victoria a un horroroso Hyde a domicilio, no solo porque no gana los partidos — acredita el único triunfo en el campo del Huétor Tájar—, sino porque su imagen dista de un aspirante a jugar las eliminatorias de ascenso a Segunda División B. La escuadra de Salva Ballesta fue vulgar en el Estadio Municipal Veracruz y la reacción de los aficionados al final del partido lo dice todo. Gritos de fuera, fuera en la zona en la que estaba los casi trescientos aficionados que estaban en esa zona. El Real Jaén no leyó el partido en la primera mitad y su interpretación le pudo costar caro. El colectivo ni funcionó en el fútbol de asociación —perdió multitud de balones en el centro del campo— ni dio con la tecla cuando recurrió a las acciones directa. Meissa y Niza se convirtieron en mariscales de la defensa celeste. Se compenetraron a las mil maravillas y fueron colosos en el juego aéreo. Que se lo pregunten a Migue Montes, que no opción alguna para rematar. Mientras el Real Jaén estaba incómodo en el campo, el Villacarrillo creció con el paso de los minutos. El lanzamiento al poste de Toni, el exjugador jiennense que se marchó al recibir la baja, activó las alarmas. La movilidad de Jesús Cuevas e Isaac puso en problemas a los ayer morados y de nuevo un lanzamiento de Toni motivó que emergiera la figura de Arellano. Salva le dio más libertad ofensiva a Juan Carlos y el malagueño fue la única referencia fiable. Jugó más centrado e hizo funciones de mediapunta, Armero quedó más desplazado a la banda, al igual que Pico, una de las novedades de la alineación. El murciano no tiene suerte y cayó lesionado, lo que obligó a Ballesta a recurrir uno de los cuatro extremos que tenía en el banquillo, en este caso Manolillo. Pero tampoco dio resultado y las ocasiones no llegaron ni en acciones combinativas ni en acciones de estrategia. Los aficionados se dieron cuenta en ese momento que sumar los tres puntos era una misión difícil, pese a que el Villacarrillo no ha ganado un partido en su campo. La Tercera División es un calvario que empezó en el campo del Atarfe y que recuerda cada domingo. ¿Qué deparó el segundo periodo? Casi más de lo mismo, pese a que el Real Jaén sí dio un paso adelante para intentar ganar, pero este conjunto ni tiene gol y fuera no genera apenas situaciones. Las dos únicas llegaron en las incorporaciones de Juan Carlos. Juanlu e Higinio si se incorporaron más al ataque, aunque sus centros los solventaron con facilidad Meissa y Niza. La expulsión de Víctor Armero, que vio dos tarjetas amarillas en solo diez minutos fue un golpe que dejó anestesiado al Real Jaén. Le hizo a recular y en ese momento se dio cuenta de que podía perder frente a un rival en zona de descenso que se acercó con peligro al marco de Luis Arellano, que salvó otra ocasión en un disparo cercano de Facu. Ahí acabó un partido y empezó otro, el de la desilusión de unos seguidores que no dejan solo al conjunto. Otra oportunidad malograda para situarse en puesto de play off frente a un rival que aspira a la permanencia. Lo peor fue la sensación de impotencia ofrecida durante los 90 minutos.

Cuatro cambios en la alineación

Salva Ballesta realizó cuatro cambios con respecto al equipo que empató a cero con el Martos CD en el Estadio de La Victoria. El entrenador maño dio entrada en la formación titular al capitán Higinio, el centrocampista Cervera y los delanteros Migue Montes y Pico, mientras que los damnificados fueron Rentero, que no fue convocado, Vera, el sancionado Luizinho y Manolillo, que sustituyó a Pico y que después abandono el campo en la recta final al ser relevado por Dani Góngora.

Asistencia de
la cúpula directiva

El presidente, Tomás Membrado, el vicepresidente Manuel Quesada y los consejeros José Quesada, Miguel Cabrera y Roberto López estuvieron en un partido marcado por la excelente organización del Villacarrillo.