Toda la confianza

AA las virtudes, como a los defectos y a todos los sentimientos y emociones en general, les ocurre lo que a otras muchas cosas, que se ponen de actualidad o pasan al olvido público en cualquier momento. Cuando menos se espera, algunas saltan al primer plano de la realidad y uno se las encuentra citadas hasta en la sopa. Si de pronto viene una época o un período más bien afortunado y con una suerte más feliz, todo es elevar cantos de alegría y hacer versos de ilusión. Pero si, por el contrario, empezamos a tropezar y a dar piruetas al vacío, las lanzas se tornan cañas y no paramos de llorar hasta por las esquinas. Como hemos tenido que hacer en los últimos tiempos cuando se trataba de hablar y de sentir en torno al Real Jaén. Pero, sobre todo, la vivencia que más nos ha asaltado de una época acá ha sido la incertidumbre, la susceptibilidad, aquella experiencia de sobresaltos que casi termina con nosotros. Lo de ahora sí, ahora no. Lo de ahora parece que sí, ahora resulta que no. Y este vaivén de luces y sombras, de amaneceres y atardeceres, prácticamente de vida y de muerte, casi llega a romper lo que de confianza en la existencia y en la fortuna, al menos mínima, cada uno dispone. ¡Menos mal que, como decía el poeta, cuando las ilusiones son fuertes y profundas, siempre acaban triunfando! y, en las condiciones en las que se ha ido viviendo, en todo momento ha quedado, al menos, un rescoldo de esperanza y de ánimo y convicción. Ahora ha llegado el momento de la confianza. Bien es verdad que, después de lo de después, algo queda por ahí de suspicacia y de “a ver” pero, a pesar de ello, la confianza debe presidir ahora nuestras convicciones, esa virtud que, en opinión de José A. Marina, es una actitud ante el futuro a la que nos lleva la esperanza. Es así como esta, la esperanza, como a Celestina, nos ha hecho personas alegres. Y es desde esta alegría, y confianza, desde la que nos ocurre lo que al poeta, que somos tan agradecidos como reconocibles, que se nos reconoce por nuestra capacidad de agradecimiento y en este momento esta debe ser nuestra actitud con quienes, paisanos además, han asumido una responsabilidad tan noble y tan jiennense. Confiar y agradecer, que es lo mismo que apoyar y colaborar.