Tres mujeres y una cumbre
Vera García liderará una expedición al Muztagh, en China, junto con Victoria Bocanegra y Elena Elipe
El Muztagh Ata, que en turco significa “padre de las montañas de hielo”, es el segundo pico más alto de la cordillera de Kunlun, por detrás del Kongur. Está situado a pocos kilómetros de la frontera entre China y Pakistán, muy cerca de la carretera del Karakórum y dentro de la región autónoma Uigur de Sinkiang, al noroeste de China. Se trata de una montaña de cima redondeada y siempre cubierta de nieve, por lo que se puede ascender y descender desde la cima al campo base esquiando. Está a 7.546 metros de altura y una jiennense, Vera García, formará parte de una expedición que buscará coronar la cima a partir del 7 de julio. La montañera natural de Pozo Alcón afrontará el reto junto con la granadina Victoria Bocanegra y la valenciana Elena Elipe, que precisamente reside en Granada. Es un proyecto ambicioso y las tres pretenden convertirse en las primeras españolas en lograrlo. Vera García milita en el Grupo Excursionista y Alpino Cabañas y junto con este colectivo preparan una expedición que se llama Mujer con esquís. “Estamos ilusionadas debido a que es un proyecto ambicioso y en el que trabajamos de forma metódica por coronar el Muztagh Ata”, destaca la poceña. En el centro de la cuesta occidental de la cima hay un foso gigante, en el cual cae el hielo y alimenta el glaciar Kartamak. Vera García explica los pormenores de la expedición y relata: “Nuestra expedición ascenderá desde el foso a la cima por el sur. La ruta de la ascensión es complicada, porque la existencia de factores, como un tiempo impredecible y gran altura, juegan un papel importante en el éxito o fracaso del reto”, argumenta la deportista. La ciudad más próxima al campo base es Kashgar y la expedición llegará desde Bishkek, a través del puerto de Torugart (3.752 metros), donde nace la Karakorum Hightway, la autopista más alta y peligrosa del mundo. La vuelta la realizarán por el puerto de Irkeshta (3.005 metros), que se dio a conocer con la Ruta de la Seda. Durante muchos siglos Kashgar, como si fuera un imán, atraía los buscadores de las aventuras de todo el mundo. A través de esta ciudad pasaban miles de caravanas y expediciones. García elogia a sus compañeras y destaca la compenetración y la experiencia que acreditan. “Es un placer compartir una expedición que nace desde la ilusión y el sacrificio”, dice.