Un equipo de leyenda en Andújar

El mejor equipo europeo de baloncesto de la década de finales de los 80 y principio de los 90 jugó un histórico partido amistoso en Andújar el 24 de mayo de 1990. Ayer, precisamente, se cumplió 30 años del encuentro entre la Jugoplástica de Split y el Mayoral Maristas de Málaga, una cita dos años después del espectacular campeonato de España júnior de 1988 con la presencia de futuras estrellas, como Pep Cargol, Ferrán Martínez, Juan Antonio Morales o Tomás Jofresa.

El equipo croata, aún en la entonces Yugoslavia, era un equipo de imberbes y con una cantera destacada que ganó tres Euroligas consecutivas y que era liderado por Toni Kukoc, un jugador total de 2,07 metros que lo mismo subía el balón, anotaba y repartía juego. Era talento puro, triplista consumado, un coloso en las entradas a canasta y una visión de juego que le llevó a ser el más valioso en todas las estadísticas. En Andújar dejó su sello con 20 puntos en el amistoso que ganó su equipo por 101 a 82 a un Mayoral Maristas liderado por Javier Imbroda y en el que brillaban Mike y Ray Smith, que en la pista iliturgitana lograron 23 y 20 puntos, respectivamente. Después de una trilogía mágica en la Jugoplastika, que después se denominó Pop 84, Kukoc fue uno de los lugartenientes de Michael Jordan en los Chicago Bulls y, pese a estar al lado del mito del básket, brilló con buenas actuaciones individuales. Pero el conjunto croata, que tuvo como referente en el banquillo a Bozidar Maljkovic, no era solo Kukoc y en la sinfonía brillaron a un excelente nivel otros jugadores que sabían cual era su misión. Por Andújar también deslumbraron Velimir Perasovic, que logró 21 puntos, y Dusko Ivanovic, que con 25 puntos, fue el máximo anotador en un abarrotado pabellón municipal. El montenegrino, que después militó en el Valvi Girona e hizo carrera en los principales banquillos de la Liga ACB como en el Baskonia y el Barcelona, fue el máximo anotador del compromiso. Sobin (18 puntos), Savic (10) y Naumoski (5) dejaron destellos de su calidad en una noche mágica en la que defraudó Dino Radja, un imponente pívot que solo encestó una canasta, aunque en Andújar se mostró indolente. Después hizo carrera en la NBA con una trayectoria destaca en los míticos Boston Celtic.

Pero si la Jugoplástica arrasó fue dejando a varios rivales en la lona, entre ellos un Barça que fue una de sus víctimas predilectas. En la Final Four de Múnich 1989, la primera de las tres Euroligas seguidas ganadas, el equipo amarillo eliminó al Barça en seminales (77-87). Al año siguiente, en 1990 y en Zaragoza, se impusieron en la final (72-67). En 1991 se repitió el partido con el título y la historia, con la Jugoplástica hundiendo de nuevo al Barça (70-65) de Epi, Nacho Solozábal o Audi Norris. Tanto temor le tuvo el Barça a la “Jugo” que fichó a su técnico, Maljkovic, para la campaña 90-91 pero Kukoc le ganó la partida a su maestro y ni así pudo el Barça hincar el diente a aquellas leyendas de Split que deslumbraron en Europa con un juego coral y un equipo en que cada jugador sabía su misión en la pista. Andújar fue testigo de un partido que pasó a la historia y que todavía es recordado tres décadas después. Fue otro éxito en un municipio que lideró la promoción del deporte y los torneos de élite en distintas modalidades. Una bandera que lució con orgullo y que fue ejemplo para otras poblaciones jiennenses.