Un lugar entre maestros

La hueseña Macarena Morillas consigue el cinturón negro de aikido por el Aikikai de Tokyo

16 dic 2018 / 11:34 H.

El Aikido es el camino de la armonía entre el hombre y el universo”, definía Morihei Ueshiba, su creador, este tipo de arte marcial de origen japonés. Un deporte en el que la joven jiennense Macarena Morillas brilla con luz propia, ya que, con 16 años, se ha convertido en una de las aikidokas más jóvenes en conseguir el cinturón negro. El descubrimiento de este tipo de arte marcial fue gracias a que algunos de sus familiares lo practicaban. Así, un día decidió probarlo para ver si le gustaba y, por suerte, contaba en Huesa —el municipio donde reside—, con Juan Manuel Ruiz, que, desde ese momento, se convirtió en su maestro. De eso han pasado cuatro años y, ahora, tras meses entrenando dos días a la semana una hora y media, la jiennense aprobó el examen que la calificaba como cinturón negro. En esta modalidad de arte marcial no hay competición, sino que hay un tribunal que es el que examina a los aikidokas. Para Morillas, no era la primera vez que se presentaba a un examen, aunque sí a un tribunal. “Eran tres personas y nos pusieron por parejas, más o menos del mismo tamaño y demás. Los del cinturón negro fuimos los primeros. Una vez nos tocó, nos pidieron técnicas y teníamos que ir haciéndolas”, explica la hueseña, que, además, reconoce que al principio estuvo “muy nerviosa”, pero que, una vez empezó a hacer lo que le pedían, “todos esos nervios desaparecieron”. Ryotedori tenchinage, que consiste en que ambos adversarios están de pie y se cogen de las muñecas con la intención de desequilibrarse, o Suwariwaza shomenuchi iriminage, donde se hace lo mismo pero de rodillas, eran algunas de las técnicas que tuvo que realizar para conseguir este nivel de arte marcial. “Estoy muy contenta de llegar hasta donde he llegado”, confiesa la jiennense que, además, destaca cómo le ha ayudado el practicar este tipo de deporte en el día a día: “Me da mucha más seguridad a la hora de salir”.

Macarena Morillas tiene clara cuál es su meta: quiere llegar a ser una de las mejores en el Aikido a nivel nacional e internacional, aunque, para eso, ahora tiene que esperar dos años para poder presentarse al segundo dan. Algo que no es impedimento para ella: “Me voy a preparar todo lo que pueda”. “Este es un arte marcial muy bonito y es perfecto para todo tipo de personas”, asegura la joven aikidoka.