El teniente expedientado por una novela sobre corrupción militar pide ayuda a Felipe VI 

El teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura,  expedientado por Defensa para expulsarle de las Fuerzas Armadas por  dos faltas graves por sus declaraciones al presentar una novela sobre  corrupción militar, ha escrito una carta pidiendo ayuda al Rey Felipe  VI para impulsar reformas en el estamento militar.   Segura, para quien el fiscal estudia pedir entre 6 meses y 6 años  de cárcel, asegura que sería suficiente con "una audiencia, unas  palabras, unas fotografías o un gesto" del monarca al que señala como  "la última esperanza" y le suplica "un paso al frente" (mismo nombre  que el de su polémica novela).

    19 ago 2014 / 18:15 H.

    "La sociedad no se puede permitir lo  que está sucediendo en las Fuerzas Armadas y mucho menos perseguir,  expulsar y encerrar a quién lo cuenta en una novela o en unas  declaraciones", lamenta.   En el citado escrito, el teniente dice mostrarle la realidad "tal  y como es" al Rey. Por este motivo enumera que sobran generales,  coroneles y tenientes coroneles, además, critica el trato a madres  militares, militares temporales, militares con minusvalías, miembros  asociados o militares con problemas psicológicos o físicos.   También critica 'las puertas giratorias', negocios ocultos, 29.000  millones de euros de deuda, carros de combate sin combustible, carros  que hace años que no disparan por estar mal diseñados, blindados que  no transmiten, submarinos que no flotan, aviones sin mantenimiento ni  horas de vuelo que se estrellan, paracaídas caducados, infernales  jornadas de trabajo a miembros de la UME, ausencia de tacógrafos en  vehículos militares, falta de fiscalización y tranparencia del gasto,  falta de independencia judicial, ausencia de independencia de la  Guardia Civil o la inexistente independencia del órgano auditor  militar. SUEÑA CON UNAS FUERZAS ARMADAS: "LIBRES,

    DEMOCRÁTICAS Y MODERNAS"   "Sé que seré perseguido a nivel profesional y desprestigiado a  nivel personal hasta que quede poco de mí, pero no puedo renunciar a  mi sueño de unas Fuerzas Armadas libres, democráticas y modernas",  manifiesta.   Así, advierte al Rey de que le engañarán y dirán que la libertad  de expresión o el derecho de manifestación de los militares pondría  en peligro la subordinación, la disciplina o autoridad de mando y  señala que la Policía Nacional es un ejemplo que "desmonta" esta  teoría.   "Esa 'ley del silencio' a lo que conduce es al sostenimiento de  los abusos, privilegios y corruptelas de la casto militar dominante  ya que crea un compartimento estanco en la sociedad. Un Estado dentro  del Estado. Y las Fuerzas Armadas deben de ser de todos y no de unos  pocos. Deben ser modernas y transparentes y no obsoletas y  herméticas", denuncia.   El escrito finaliza con el mensaje: "A sus órdenes, Majestad!" y  con unas postdata en la que ironiza entre la diferencia que hay entre  personas reales y personajes de ficción, criticando a aquellos  "inquisidores", según les califica, que quieren abrirle expediente o  ya lo han hecho por juzgar a un escritor, critica, por "las ideas,  escritos o comentarios de sus personajes".