La Infanta niega su participación en los negocios de Urdangarin

La hermana del Rey declara menos de media hora y solo contesta a las preguntas de su propio abogado

04 mar 2016 / 07:30 H.

La Infanta Cristina de Borbón, acusada en el juicio Nóos, negó ante el tribunal toda participación activa, decisión o gasto de dinero en Aizoon, la sociedad que compartió al 50% con su marido y en relación con la que está acusada de cooperar en dos delitos fiscales. La hermana del Rey habló durante menos de media hora y solo contestó a su abogado. La acusada le dijo a su letrado Pablo Molins que fue su marido quien le pidió “por confianza” que participara en Aizoon. Esta empresa, relató, se constituyó para “canalizar” los honorarios de Urdangarin, que era quien, según ella, “tomaba las decisiones, asesorado por su asesor fiscal (Miguel Tejeiro)”. A ella, confirmó, la aconsejó al respecto su exsecretario Carlos García Revenga, que a su vez preguntaba al asesor fiscal Federico Rubio.

Nunca recibió “un reproche” de la Casa del Rey por su participación en Aizoon, explicó, y esta tampoco le pidió que hiciera de “escudo fiscal”, tal y como aseguró en su día un notario. Su única participación se limitó, precisamente, a acudir a una notaría en 2003 para la constitución de la sociedad y firmar “en presencia” del exduque de Palma. Por lo demás, “nunca” asistió “a ninguna junta de Aizoon”, como detalló la hermana del Rey, que sí admitió que firmaba las actas de esas juntas a las que no iba “por la confianza en su marido”. “¿En qué personas confiaba usted entonces?”, le preguntó el letrado. “En mi marido, en José Manuel Romero, Carlos García Revenga, Federico Rubio, compañeros de trabajo y en el asesor fiscal de mi marido, pero ahora ya no confío en él”, apostilló. Pese a esta afirmación, cuando la Infanta declaró confiar “plenamente” en su marido y en su “inocencia”, también dijo de que estaba convencida de que, en su opinión, “ha estado bien asesorado”. La acusada afirmó desconocer los ingresos y gastos de Aizoon y negó tener “firma o poderes” en la empresa. Sobre la tarjeta de crédito a su nombre, confirmó que nunca la tuvo en su poder, ni siquiera el “pin” para utilizarla. La infanta relató que no recibía los extractos bancarios de Aizoon y que nunca fue consciente de que se cargaran gastos personales a esta tarjeta y la empresa. Asimismo, explicó que no le dio nunca órdenes a la secretaria de su marido, Julita Cuquerella, “ni a nadie”. Sobre los empleados del servicio doméstico, concretó que los elegían ella y su marido y que después eran Iñaki Urdangarin y sus asesores, los hermanos Tejeiro, los que decidían cómo se hacía la contratación. Pero “rotundamente no” se les pagaba en metálico, por lo que se desvinculó de los empleados fantasma. La infanta negó haber trabajado para Aizoon e, incluso, hablar de la actividad de esta sociedad con su marido: “No era un tema que me interesara hablar con él”. Sí ha reconocido que ahora tiene una cuenta bancaria en Suiza —reside allí—, pero afirmó que ni ella ni su marido tuvieron nunca cuentas en paraísos fiscales.