Marea violeta por la igualdad

Multudinarias manifestaciones en favor de la igualdad colpasan las principales ciudades del país. Madrid, Barcelona, Valencia, Gijón, Zaragoza o Bilbao fueron auténticos ejemplos de una Marea Violeta reivindicativa. En Madrid lo hicieron bajo el lema “Somos imparables, Feministas siempre” y clamó por la igualdad entre hombres y mujeres. La masiva marcha arrancó desde la Glorieta de Atocha y avanzó hasta llegar a Plaza de España. Así, con dificultades por la abundancia de gente y pidiendo en reiteradas ocasiones que se echaran hacia los laterales, la cabecera logró bordear la plaza de Cibeles y entrar a Gran Vía. Pero, una hora y media después del inicio, todavía empezaban a caminar manifestantes desde Atocha.

Según estimaciones policiales, la cifra de participación supera las 350.000 personas, aunque desde la Comisión 8M, convocantes de la huelga feminista, destacan que “Madrid se colapsó”. “Para que luego digan que somos 100.000,aquí estamos más de un millón de feministas”, han proclamado desde el 8M. “Hemos parado Madrid”, dijeron varias manifestantes a Europa Press. Son cifras que prácticamente doblan las ofrecidas el año pasado: 170.000 personas, según la Delegación el Gobierno, y más de medio millón, según las convocantes.

Este año, por ejemplo, una de las asistentes que se encontraba esperando el paso de la manifestación en Gran Vía, frente al círculo de bellas artes, explicó que, pese a vivir en Atocha, tuvo que rodear todo el centro de Madrid para llegar a una zona del recorrido de la manifestación porque en el inicio “no cabía nadie más”. Detrás de la multigeneracional y multiracial cabecera asomaban pancartas que señalaban la procedencia diversa de las asistentes. Barrios como Hortaleza, municipios próximos a la capital como Rivas, pero también gente de todas las latitudes, como saharauis o nicaragüenses. Y banderas, como la arcoiris y la del colectivo “tran”. Esta imagen se repitió en las principales ciudades del país para pedir una igualdad de derechos efectiva y real. PSOE, IU y Podemos apoyaron las movilizaciones, mientras que el PP y VOX criticaron la politización de un día festivo y de reivindicación.