Piden 375 años de cárcel por las agresiones de Alsasua

Aumentan las acciones de protesta contra la Guardia Civil en el municipio

05 jul 2017 / 16:44 H.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó un total de 375 años de cárcel por los delitos de lesiones y amenazas terroristas para los ocho acusados de agredir a dos guardias civiles y a sus parejas en Alsasua (Navarra) el 15 de octubre de 2006. El Ministerio Fiscal atribuyó para siete de los acusados cuatro delitos de lesiones terroristas, con una condena de 12 años y medio por cada lesión. Además imputa a uno de ellos y al octavo en cuestión el delito de amenazas terroristas por el que pide igualmente 12 años y medio de cárcel y reclama que se indemnice conjuntamente con 41.100 euros a las cuatro víctimas del ataque.

El fiscal José Perals relató en su escrito de acusación que los hechos ocurren en el marco de una campaña contra los agentes de la Guardia Civil y la Policía desplegados en Navarra y País Vasco que se conoce con el nombre de “Alde Hemendik”, en español “Fuera de aquí”, y que en la actualidad busca crear un clima de “miedo y rechazo” hacia ellos entre la ciudadanía.

Apunta que esta reivindicación fue introducida en 1976 por la banda terrorista ETA pero que la izquierda abertzale la mantiene en la práctica pese al cese de la actividad armada anunciado por la banda en octubre del año 2011.

Añade que desde ese año se aprecia un incremento de las acciones de “protesta, presión y hostigamiento” contra los agentes de la Guardia Civil especialmente en las localidades navarras de Alsasua, Leiza y Estella. Igualmente recuerda que cada 27 de agosto desde 2011 se celebra en Alsasua el Ospan Eguna (Día de la huída) convocado por Ospa Mugimendua. En el caso del año pasado la autorización para el correcto desarrollo de las actividades la solicitó Jokin Unamuno, uno de los ocho acusados por la agresión.

Según el relato realizado por la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Carmen Lamela, el teniente y el sargento de la Guardia Civil se encontraban, de paisano y fuera de servicio, realizando unas consumiciones en el bar Koxka de Alsasua cuando, alrededor de las tres y cuarto de la madrugada, entró en el bar uno de los detenidos y se dirigió al segundo para decirle que no tenía derecho a estar allí. Entonces intervino el teniente pidiendo paz, pero fueron rodeados por una veintena de personas que los insultaron y los amenazaron violentamente.