La apuesta por lo tradicional

El aumento del uso de la tecnología y su impacto, tanto en el crecimiento como en la elaboración de productos, es algo vital y esencial para muchas de las empresas, sobre todo, en la elaboración de muebles y electrodomésticos que decoren o complementen las viviendas. Sin embargo, todavía queda un pequeño porcentaje de entidades que apuestan por un tipo de trabajo que tiene siglos de historia y que, sobre todo, se caracteriza por su aspecto cultural y social: la artesanía o los productos hechos a mano, que también tienen su hueco en los expositores de la segunda edición de la Feria del Mueble, que se celebra en la capital. Para muchas personas, este tipo de elaboración es un término medio entre el arte y el diseño, pero, para otros, es la continuación de oficios que son tradicionales. Y estas dos ideas se pueden ver reflejadas en algunos de los productos que se ofrecen. Objetos que, hoy en día, apenas se utilizan, pero que, aun así, evocan recuerdos de tiempos antaño. Por ejemplo, los abanicos de madera y de seda, que Rosa Siges y Francisco Cuesta, de la empresa Caín (Centro Artístico de Innovación) Valencia, elaboran con dedicación y empeño, que hace que cada pieza sea única. Un negocio al que se llevan dedicando más de veinte años. También, en El Pequeño Provenzal de Cerámica se pueden encontrar una gran variedad de cuencos con una gran variedad de colores y con todo tipo de decoraciones. Eso sí, todo hecho a mano. Además, traen la peculiaridad de tener el fondo perfecto y adecuado para rallar hortalizas, como por ejemplo, el ajo. Una característica que refleja la unión entre lo tradicional y la innovación. Entre los diferentes productos, los amantes del cine, los cómics y los videojuegos también tienen su hueco, ya que la apuesta por los cuadros con este tipo de imágenes también está muy presente. Algunos de ellos son impresiones, pero, otros, destacan por su carácter original y curioso.