La sonrisa eterna de un serrano que ama su tierra

Vuestro padre era un gran hombre. Esa frase la hemos escuchado con orgullo de todas las personas que lo conocieron. Esa grandeza es la mejor herencia que nos ha dejado en la enseñanza de la vida. Renunció a su juventud, a un futuro prometedor en el campo de la investigación en Madrid, por amor a su tierra y a sus gentes. Fue el caballero andante de esta sierra. Quiso para ella las mejores galas”. Con esta definición de José Bautista de la Torre, en boca de María Teresa, una de sus hijas, el Teatro Municipal Emilio de la Cruz de Orcera se llenó de emoción y de recuerdos de una persona respetada, querida, innovadora y que dejó en los trece pueblos segureños un legado que todavía perdura. José Bautista de la Torre recibió el Premio “In Memoriam” de la última gala de la primera ronda de los Premios Reino de Jaén, que recaló en la Sierra de Segura. “Al final de su vida, esta tierra y sus gentes respondieron con generosidad, haciendo realidad sus sueños. Su espíritu libre y apasionado se fue como el compañero de sus días: el viejo olivo”, rememoró María Teresa Bautista, que subió al escenario en compañía de su hermano Ricardo. A estos herederos de “un gran hombre” les entregó una distinción llena de cariño el presidente del Consejo de Administración de DIARIO JAÉN S. A., el empresario de Torrequebradilla Eleuterio Muñoz González.

A este pionero, nacido en La Puerta de Segura, entre otras cosas, la comarca en la que vino al mundo le debe la denominación de origen de sus excelentes aceites, gracias a su empeño en defender sus bondades y luchar para su protección. “Allí donde estés, nos mandas a todos tu medio abrazo serrano agradecido”, dijo su emocionadísima hija María Teresa.