“Adiós a un rabiteño de bandera”

02 abr 2017 / 08:00 H.

Manuel Vázquez, nuestro “Risi”, ya no está entre nosotros. Creemos necesario hacer una pequeña mención a este compañero de trabajo y amigo. Formaba parte de nuestra gran familia, Rábita Agrotextil, para la cual trabajó duro durante muchos años, y fue partícipe de la evolución y el crecimiento de la empresa. Un compañero siempre dispuesto a colaborar, a trabajar, siempre de buen humor e intentando sacar una sonrisa a los demás. Un compañero que nunca olvidaremos y que, aunque ya no esté con nosotros, siempre tendrá un hueco en nuestro recuerdo.

Era mi primo. Con Manuel Vázquez Aguilar conviví desde niño y teníamos en común tantas anécdotas y experiencias que darían para llenar un libro. Más que familiares éramos amigos, ya que, además teníamos una edad muy similar. El menor de tres hermanos, siempre se me viene a la cabeza cuando, de niños, mientras los mayores trabajaban, rondábamos el lugar y ellos nos invitaban a que los dejáramos tranquilos y jugáramos a algo. Entonces nos poníamos a mirarnos fijamente y uno y otro estallábamos en risa. Tal era la complicidad que había entre nosotros que bastaba con un vistazo para que supiéramos lo que pensaba el otro. Así pasamos años y años juntos, primero de niños, luego de adolescentes y, por últimos y de adultos, en la fábrica de Rábita Agrotextil.

Si tuviera que hablar de nuestro Risi a alguien que no lo conociera le diría que era un rabiteño de bandera, como demuestra su funeral multitudinario. Una persona de esas que dejan huella. Resultaba entrañable y se hacía querer, de manera que cualquier entablaba amistad con él. Eran célebres dentro y fuera de La Rábita sus chascarrillos, de un humor espontáneo y el desparpajo con que se manejaba.

También hay que decir que era un gran currante, un maestro de tejedores. Ahora, guardaremos una funda de cuero con sus herramientas como símbolo de profesionalidad.

El sábado 11 de marzo pasado el mediodía, una desgraciada noticia, alteró la tranquilidad, en nuestra aldea. Manuel Vázquez, nuestro “Risi”, había fallecido, en la plenitud de su vida. Una catarata de recuerdos, de mil historias vividas junto al el, inundó el recuerdo y el pensamiento de los rabiteños.

Persona muy querida y arraigada en la aldea, nació, creció y vivió. Siempre en La Rábita, a la cual llevaba en lo más profundo de su alma. Como a el le gustaba decir, era más de La Rábita, que “La Malagüilla”.

Si algo destacaba en él, era su gran humanidad, un corazón que no le cabía en el pecho, y su generosidad. Lo suyo era para todos. Dotado de un extraordinario sentido del humor y de una capacidad para relatar anécdotas innata, la historias relatadas por el, tomaban forma, vida y color, por medio de su capacidad oratoria.

Gran hijo, hermano y nieto, de lo cual siempre hacia gala.

En el plano laboral, desempeñó sus funciones durante más de dos décadas, al servicio de Rábita Agrotextil, contribuyendo a su crecimiento y expansión, siendo muy querido y apreciado por compañeros y jefes. Valgan estas palabras, como recuerdo, para este gran vecino, compañero, y amigo, que se nos a marchado, dejando en la aldea, huérfana de él. Nunca te olvidaremos, “Risi”.