“Como cada día, miro al cielo y te recuerdo”

12 dic 2016 / 08:00 H.

El cielo nocturno tiene una nueva estrella que ilumina las horas de los que esperan aquí, en tierra. A mi ángel, a mi hermano José. Hoy, como cada día miro al cielo y te recuerdo, pues eres esa luz que nos guía cuando buscamos la salida. Y es que aprendí que no es más grande quien más vacía cuando se va. El 20 de febrero es una fecha maldita. Me siento mal al darme cuenta que nunca te escribí nada cuando vivías ni tampoco te decía todo lo que sentía por ti. Fue un fallo humano. “No demostrar lo que sentimos a los más cercanos es un pecado. ¿Quién me diría a mí que las primeras flores que comprara serían para ti? Qué vacío mas grande dejaste en casa que ya nada es igual. Los muebles siguen en su sitio, las paredes y los cuadros, pero el sitio ha cambiado. Yo he cambiado en tu ausencia. Algún día volveremos a vernos pero danos muchas fuerzas a todos y en especial a mamá. Sentimos tu energía a través de las nubes y nos ayuda a seguir adelante a pesar del tiempo sin tu presencia. El recuerdo pervive. Te quiero, mi ángel.