“El amor por sus hijos fue único”

31 dic 2016 / 08:00 H.

Hace unos días que falleció una de las personas más queridas en mi familia, mi madre Felipa. Hoy quiero rendir un homenaje y un grandioso recuerdo a esta mujer tan especial. Mi madre fue una gran persona que lo dio todo por sus hijos, al criarlos con mucho esfuerzo y dedicación, luchando cada día para que no les faltara de nada. Recuerdo con nostalgia mis años de niñez donde mi madre era mi guía y protectora, la que cuidaba en todo momento de mí, ya que se desvelaba cuando me ponía enfermo y tenía que darme todos sus cuidados para poder recuperarme. Con mi madre realicé multitud de viajes, siempre al lado mío y nunca me faltó de nada, ya que me facilitó mis estudios y, junto a mi padre, ha sido un bastión importante en mi educación.

Siempre me ha inculcado que la honradez, la responsabilidad, una buena formación y el respeto a los demás, son los bastiones fundamentales en que debe basarse una persona como tal, y yo he intentado cumplir con sus premisas.

Tuvo cinco hijos. A todos entregó su amor y cariño diario, cuidando también de sus nietos cuando las circunstancias familiares así lo demandaron. El amor que sentía hacia sus hijos era único y particular, perpetuo, transparente, carente de egoísmo y de ambición personal. Por este amor, mi madre desafíaba hasta sus propias capacidades y realizaba actos verdaderamente increíbles para proteger o beneficiar a sus hijos. Se trataba de una madre que velaba por el bienestar de sus hijos y de su hogar. Costara lo que le costase, asumía su rol con entereza, cumplía con sus deberes y reconocía la gran responsabilidad que se la había sido asignada al consignarle la crianza de sus hijos. Gracias a su sabiduría y buena memoria he podido plasmar en mis libros sus recuerdos sobre la posguerra y aquellos años difíciles, donde las familias vivían en situación precaria, con racionamiento, y donde encontrar un trozo de pan para llevarse a la boca era el principal problema diario de la sociedad de aquellos tiempos. Con mi padre estuvo casada un total de 62 años y para ella su familia era lo más importante. Fue un matrimonio feliz que superó todas las dificultades que se les presentaron y que supieron vivir el momento de la mejor manera posible. Fue una excelente madre y siempre permanecerá en el recuerdo de su esposo, hijos, nietos y bisnietos.