“Vivirás en nuestras memorias y habitarás en nuestros recuerdos”

25 feb 2018 / 08:00 H.

Manuel López Martín, “Manolo” para sus conocidos, nació en el año 1926 y creció en el cortijo Zurradero Bajo junto al rio Guadalcotón, vivía con sus padres y siete hermanos colaborando desde que era un niño en las labores del campo, aprendió a leer, escribir y las cuatro reglas, teniendo una caligrafía muy bonita que conservó siempre, hasta el final.

Siendo muy joven un día de Carnaval, conoció a Custodia, siendo ella una adolescente de unos catorce años. Así, ambos empezaron a verse cuando coincidían en alguna fiesta o acontecimiento... Hasta que crecieron y se hicieron novios.

Además, se presentó voluntario para hacer el servicio militar, hizo la instrucción en el cuartel del Copero en Sevilla, después fue al cuartel de aviación en Armilla (Granada) donde completó la mili, le hizo ilusión ver que su hijo, el mayor hizo, la mili en el mismo lugar que él y se presentó, por sorpresa, para ver a su hijo jurar bandera donde lo había hecho él 25 años antes. Un momento muy emotivo y que llevó siempre en su corazón. En el año 1951, se casó con Custodia en la iglesia de Alcalá la Real, celebraron la boda en la era junto al cortijo el Zurradero Bajo. A la fiesta asistieron familiares y amigos con los que compartieron comida, cena y música hasta altas horas de la noche y con los que bailaron y se divirtieron al ritmo de la música en directo de una orquesta del Castillo de Locubín. Con el paso de los años y con este amor, nacieron sus tres hijos: José, Manuel y Alfonso.

Con el trabajo en el campo y con el sudor de su frente se pudo comprar una casa en Charilla en el año 1966, donde vivió hasta el final de su vida. Como agricultor siempre hacia su trabajo lo mejor posible, destacando las hortalizas que criaba en la huerta y la labranza del olivar.

Gracias por haber existido y haber sido un referente a seguir, gracias por todo lo que hiciste, gracias por todos los momentos compartidos y por todas las sonrisas que nos regalaste. Eras una persona de sonrisa fácil y era difícil saber si en algún momento te enfadabas. Pensamos que a lo largo de tu vida habrás vivido momentos buenos y otros no tan buenos, pero nos queremos quedar con los buenos y esperamos que hayas sido feliz. Como se decía: “Es una pena inconsolable tener que vivir este instante tan doliente, el día en el que dejas físicamente este mundo”...

El día 1 de diciembre de 2017 dejaste de estar entre nosotros. Eso hizo que nos quedásemos tristes y desolados. Ahora, han pasado dos meses y medio y todavía no dejamos de pensar en ti, espero que estés en el lugar que te mereces.