Con la mente en la aldea
Primer camino como hermandad de los rocieros de Jamilena
La Cofradía del Rocío de Jamilena emprenderá, en breve, su primer camino como hermandad, después de que, el pasado otoño, se cerraran trece años como grupo parroquial al salir elegido Javier Guerrero máximo responsable del colectivo. Los cálculos son que ciento cincuenta romeros peregrinen, esta primavera, hasta la aldea almonteña. La entidad aspira a convertirse en una filial.
Los devotos de la Blanca Paloma han vivido unos días muy intensos de preparación para el encuentro con la imagen mariana. Los actos se abrieron con un triduo oficiado por el párroco y capellán, José Antonio Sánchez. Hubo oraciones por los difuntos y los jóvenes y se rezó el rosario. El sábado actuó el Coro Rociero Nuestra Señora de la Natividad y se impusieron medallas a los nuevos miembros de la cofradía.
A continuación, desde la iglesia, el foco de atención se trasladó hasta el auditorio Miguel Ángel Colmenero, casi lleno. Primero se presentó el cartel de la romería, obra de Javier Guerrero hijo. Después, Ángela Liébana pronunció el pregón. Su discurso fue muy emotivo, pues recordó que está vinculada a la Virgen del Rocío desde que era un bebé. La presentó Manoli Liébana. Para acabar, hubo una copa en el Restaurante Los Cuñaos. El hermano mayor valora el acompañamiento en las citas previas a la peregrinación con la presencia, entre otros, del alcalde, Crispín Colmenero.