Preparados para la gran noche del fuego

10 ene 2018 / 09:57 H.

Desde hace unas semanas, las calles de Jaén se tiñen de fugaces colores fluorescentes. Colores que portan los corredores de la mítica Carrera de San Antón. La mayoría no son profesionales y participan en ella con la única intención de pasar un buen rato. Pero para que la experiencia sea grata es necesario algo de entrenamiento. Es, además, una carrera más sana de lo habitual, ya que la fecha en la que se celebra es postrera a las fiestas navideñas. Tras semanas de comidas familiares, de amigos y de empresa, de turrones y mazapanes.