Unas décadas de sabiduría

No todos los días se cumplen años ni tampoco el protagonista de la historia es un gran hombre como en el caso de Miguel Ortega Cruz, cuyo currículum deja constancia de que sus dos armas en la vida son corazón y bondad. Por ello, familiares y amigos le organizaron una fiesta sorpresa a las afueras de su querida Jaén, por la que tanto ha trabajado durante toda su carrera, en una bonita casa de su yerno Arturo González. Cuando Ortega llegó, todos estaban listos, y escondidos, para darle tan merecida sorpresa que, como toda buena fiesta, vino acompañada de un arroz en la que tampoco faltó la tarta.

Uno de los momentos más emotivos fue la entrega del regalo que todos habían preparado para el patriarca, un cuadro con una foto de toda la familia, que vino acompañado de una carta que le leyó uno de sus hijos. “Ha sido una enorme sorpresa y una gran satisfacción verlos a todos juntos en un día tan especial”, aseguró Ortega, que cuando echa la vista atrás solo le viene a la mente una palabra, “felicidad”, por todo lo vivido, por trabajar en su gran pasión, ya que además de encargarse de los proyectos de obras públicas de la provincia, de la que conoce casi todos los rincones, también fue concejal en la capital desde 1991 a 1998, época de la que guarda un gran recuerdo. Por si fuera poco, también ha colaborado en múltiples ocasiones con Diario JAÉN. Pero, sin duda, su mejor proyecto es el de su vida y el motivo es muy sencillo de entender, solo hay que observar la gran familia que ha formado con su amada Custodia Esteo Pérez, los mismos que no dudan en organizar la mejor de las fiestas para su padre, primo, amigo o abuelo, porque cuando se escucha el nombre de Miguel Ortega, los rostros se llenan de admiración. Ahora toca disfrutar al máximo de la nueva década y no dejar de sumar momentos de esos que todo el mundo desea y que el tiene como lema, felicidad.