Cuando no bailas a los de siempre

Hay quien le baila a su gato con todo su encanto, quien se relaja bajo la ducha moviendo cintura a ritmo hula-hop o quienes, selectos ellos y ellas, niegan el meloso baile del mono y el rastrero baile de la serpiente que les hizo llegar a las alturas de la ignominia (y la saneada cuenta corriente del trabajo por enchufe, la oposición por regalo).

27 sep 2015 / 09:16 H.

Y luego estarían, en esa cuarta pata de la mesa camilla jaenera que el “señor Jota” cataloga como la del ‘meretrizazgo’ social y político, los que siempre les están bailando a los de siempre. Oye, y no se cansan nunca de babearle a los del mando, que ya no es de obligado cumplimiento, penado con cuartelillo y hostias en la dictadura. Esa Jaén papelosa, esa Jaén encantada de haberse conocido, esa Jaén hipnotizada por el vellocino de oro y la convidá del biscúter da alas a los que nos siguen teniendo donde nos tienen.

     No hay más futuro que el que se sueñe, que para eso están los sueños, aunque, a decir del “señor Jota”, los sueños, sueños son y esta tierra hospitalaria, generosa y sufrida, además de soñadora, debería dejar de empequeñecerse porque no le salga ninguna de las felicidades que le transmite la almohada cada luna lunera. Porque sí, aquí nunca pasa nada, por no pasar no pasa que habiendo olivareros que venden a pérdidas, venden, porque es mejor vender que no vender y vendiendo, la culpa es del mercado, que no tiene nombre ni coche conocido al que pincharle las ruedas, no es, por tanto, culpa de la impericia del comisionista vendedor; a pérdidas, quede nuevamente dicho. Pero ese es otro cantar, lleno de piedras lunares, que cantaba desesperado Miguel Hernández en el más hermoso poema que sobre esta tierra y su desventura haya escrito nadie jamás... Hubo un tiempo en que se cantaban las cuarenta merced a una democracia que derrochaba pasión por una España nueva y en paz, ahora, conforme pasan los años, en Jaén, bien que lo sabe el “señor Jota”, se adocenan voluntades con pesebres de golosinas que compran conciencias y hasta los periodistas nos convertimos en adocenadas bestias de carga, con orejeras que surco a surco remueven el bancal sin preguntarse acaso qué pintamos arando un pedregal donde no crecen ni los lagartos... Por culpar, culpemos más que a nadie a quien debiendo hacer, no hace; a quien haciendo, todo lo hace mal o a quienes poniendo toda la voluntad no les sale nada bien... Pero, ¿y los periodistas? No es un consejo ni una advertencia, que dice el “señor Jota” que no está para sacar las castañas del fuego a nadie, pero serio, abducido aún por la Prensa como instrumento elemental de contrapoder suelta: “Si documentáis lo que escribís, si creáis controversia, y, sobre todo, si no les bailáis a los de siempre, tendréis futuro”. “¡Otro pasodoble...!” pide miseriordioso, sabedor de nuestras penurias con la hipoteca.

 

CUESTIÓN PRIMERA

A ver, a ver: Si las cosas no van bien por qué hay que decir que van bien

 

CUESTIÓN SEGUNDA

Por qué no probamos a decir lo mal que elstán las cosas
y así salir del pozo

 

MUY PERSONAL

Chavela Vargas, cantante: “Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes”. ¡Siempre única!

Juan Gómez, rector: “El fomento de valores asociados a la cultura, así como el impulso de la acvtividad creativa en cualquiera de las ramas del arte, las humanidades y las tecnologías se unen a los objetivos estratégicos de la UJA”. ¡Amén!

Esperanza Pérez, presidenta de la Sección Tercera:  “Llego al cargo con mucha ilusuión y cargada de responsabilidad. Mi idea es mantener una sede que funcione”. ¡Tenga usted mucha suerte señoría!