¿Malo el diálogo y la convivencia?
Hartazgo generalizado. Los españoles asumimos nuestros deberes como ciudadanos comprometidos, pero eso no quita que el hartazgo electoral no esté en boca de la gran mayoría, hartazgo y hastío. Caminamos hacia la tercera cita electoral del año; recuerden, andaluzas, municipales y ahora, las nacionales, aunque podría decirse que también nosotros hemos votado en las autonómicas catalanas, porque aquello de la separación lo tuvimos (y lo tenemos) en cada Telediario. Así las cosas, sean tres o hubiesen sido cuatro elecciones, 2015 se va a marchar a caldo, calentito y con tropezones duros de roer. Y 2016 se barrunta con tempestades, que las encuestas vaticinan un nuevo escenario político, como nueva es la realidad social española. Desfondado Podemos por su galimatías, emerge Ciudadanos que dice que sí a todo.
Ni el bipartidismo tiene sus días contados, ni dos nuevas fuerzas sustituirán (de momento) a la política cuyo manantial está en la Transición democrática que ejemplarmente gestionaron nuestros mayores. Ni lo uno ni lo otro; dicho de otra forma, ni lo de antes será como lo de antes, ni lo nuevo llega con tanta fuerza como dejar en secano a socialistas y populares. Con todo, una cosa quede clara, aunque los políticos de ahora, los de siempre, no parecen asumirla, ensimismados como están en mantener sus prebendas: Ya nunca más se hará realidad la esencia de la novela “El Gatopardo”, del italiano Tomasi (“si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”). Van a cambiar las cosas, y no solo en apariencia como en estos últimos tiempos de mortecina política partidaria, la revolución está en marcha y un Congreso con cuatro partidos de sostén importante (el CIS le da al último, Podemos, entre 45 y 49 diputados) convierte la próxima legislatura en vital para una España en crisis económica y de valores, donde los ejemplos de civismo político son cada vez más escasos. Habrá, tiene que haber, una pasada por el diálogo y la convivencia de ideas dispares. Eso, que no gusta a los triunfantes, es bueno para los de a pie.
En voz alta
Pepe Román pervivirá
En la hora del adiós a Pepe Román quienes admiramos su entrega y amor por una ciudad y una causa solo podemos estar tristes porque en la Jaén cainita que todo lo separa, tejió puentes hasta su último artículo, su última charla. Quienes nos tuvimos por sus amigos lloramos su marcha aunque sus consejos pervivirán eternamente en nosotros. Y sus ganas de vivir; qué fantástica lección la suya. “Aquí estoy, a tu lado”, me dijo en días infaustos y ese gesto permanece tatuado en mi alma por los siglos de los siglos. DEP.
Descanse en paz un hombre bueno y único, que cantaba las cuarenta a las injusticias y siempre amaba
En voz baja
Un nuevo alcalde en Jaén
Javier Márquez se llama el nuevo alcalde. Amigo de sus amigos y desconocido para el gran público todo en él es transparencia, no tiene esquinas (salvo que sus nuevos asesores se las creen) ni tampoco aparenta la perfección del político profesional que aspira a la eternidad de la nómina pública (sería raro que a estas alturas de su vida cambiara). Con el nuevo alcalde uno se atiene a lo que ve y lo que ve es franqueza y confianza, lealtad y campechanía, una “rara avis” en la política que, por eso, echará a andar el tranvía.
Séptimo alcalde de la democracia, Javier Márquez llega a la Alcaldía un año y medio después de lo que parecía
muy personal
Jorge Volpi, escritor mexicano: “Se sigue necesitando el periodismo de investigación. Uno de los retos de nuestra época es lograr aportar información confiable.”
¡Cuando toda una profesión calla, no hay ciudad ni periodismo!
Juan Carlos Trujillo, cocinero: “Somos nosotros. Hemos evolucionado, pero no hemos cambiado, el tipo de cocina es la misma; eso sí, a pie de calle”.
¡“Canela en rama” premiada por Repsol!
Juani Méndez, Pídeme la Luna: “Solo cumplimos sus sueños para hacerlos felices. Queremos que nuestro hijo cumpla los suyos a través de nuestros ojos”.
¡Javier, inolvidable, tendría hoy 23 años!
adivina...
El excomisario político está radiante, le dan besos y abrazos, reparte dinero... y dicen que lamenta no haber dado el paso antes
adivinanza...
¿Qué habrá pensado ese político al recibir la primera nómina de su vida en una empresa privada?