Un automóvil es robado y despeñado

Los ladrones se hicieron con un vehículo, un Volkswagen Polo, perteneciente a un ciudadano inglés residente en la zona. No contentos con la sustracción, los adolescentes se pasearon con él por las proximidades de la aldea. La correría acabó cerca de Los Canales, un área en la que existen viviendas dispersas en el barranco de Las Zorreras. Los presuntos delincuentes consiguieron que el automóvil se despeñara por un fuerte desnivel. El resultado es que el utilitario quedó en una situación de siniestro total. En cambio, los adolescentes que, al parecer, viajaban en él salieron ilesos.

Pese a ello, es muy probable que la acción que presuntamente cometieron no quede impune. Después de poner en marcha una investigación, en la que se analizaron las pruebas e indicios encontrados en el lugar y los diferentes testimonios de las personas relacionadas, los agentes del Instituto Armado detuvieron primero a uno y después al otro. Ahora su situación se encuentra en manos de la Fiscalía de Menores, que deberá decidir qué medidas adopta con ellos. Por sus edades, ambos adolescentes son ya imputables.
Tanto en San José como en La Rábita, una pedanía situada en las cercanías, la sensación generalizada es de sorpresa. Los habitantes de la zona se muestran incrédulos acerca de que los dos adolescentes hayan sido capaces de cometer los hechos delictivos que les atribuyen. Los residentes en la zona consultados reconocen que los protagonista de la historia pueden ser problemáticos, aunque no se muestran proclives a admitir que menores empadronados en un lugar tan tranquilo como San José hayan obrado de este modo.

acusación. Por otro lado, más allá del asunto del coche robado y “estrellado” se oculta un verdadero drama familiar. Como explican vecinos, en los últimos días uno de los dos adolescentes presuntamente implicados en la sustracción, protagonizó, además, un asunto turbio. En este sentido explican que él y su hermano fueron imputados por supuestos malos tratos hacia sus padres adoptivos. De acuerdo con tales fuentes los dos adolescentes, que son hermanos biológicos entre sí, colmaron la paciencia de la familia con la que residen en una vivienda situada más allá del núcleo principal de San José. Al parecer los menores son forasteros y llevan con sus adoptantes alrededor de una década.
Los malos modos hacia los progenitores son “vox populi” y conocidos en la pedanía. Todas las personas consultadas apuntan a que los padres son “buena gente”, una familia normal y trabajadora.
Los habitantes de esta pedanía expresan su lástima por el extremo al que han tenido que llegar los dos cónyuges para poner la situación en conocimiento de las autoridades del municipio.