La oficina del primer ministro iraquí, rodeada

Los simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr alcanzaron la oficina del primer ministro iraquí, Haider al Abadi, y para irrumpir en su interior, según informó la cadena de televisión kurda “Rudaw”. Los manifestantes, que exigen cambios en el Gobierno para atajar la corrupción, ocuparon la Zona Verde, el lugar de máxima seguridad de la capital iraquí, donde se encuentra la sede de las principales instituciones iraquíes y las embajadas extranjeras. Nada más penetrar en la zona, los manifestantes entraron en el Parlamento y se tomaron fotografías pacíficamente.

Mientras, el Ejército desplegó unidades de las fuerzas especiales para proteger las principales sedes bancarias de la ciudad. La “casa” de la ONU en Bagdad informó de que mantiene su actividad, pero las puertas están cerradas, al parecer, para garantizar la seguridad del personal. El diputado Awad Awadi se sumó a los manifestantes en el Parlamento. “Hoy es el día en el que todos los iraquíes y los diputados esperamos la decisión de la gente sobre el futuro de nuestro país”, afirmó Awadi en declaraciones a “Rudaw”. Durante la marcha se corearon otras consignas, como “pacífico, pacífico” mientras algunos se encaramaron al muro de hormigón que rodea la Zona Verde. Miles de simpatizantes más permanecieron fuera.

Por su parte, Al Sadr había criticado a las autoridades por reprimir al Movimiento Al Sadr, de carácter reformista. “Estamos esperando una revolución popular que aplaste la corrupción en el país. Nuestra revolución contra la corrupción es pacífica y seguirá siendo así hasta el final”, afirmó en declaraciones recogidas por la cadena panárabe “Al Arabiya”.