La ONU reclama una solución urgente porque “los yemeníes no aguantan más”

Las víctimas se enfrentan a la hambre
y al desplazamiento

    07 nov 2017 / 08:49 H.

    La guerra civil en Yemen encarrila ya su tercer año con consecuencias nefastas para la población civil, que soporta la que se convirtió en “la mayor crisis humanitaria del mundo”, con 20 millones de afectados, de los cuales la mitad tienen necesidades acuciantes, mientras la comunidad internacional lucha por sortear los obstáculos impuestos por las partes para llevar ayuda al país más pobre del mundo árabe.

    Según datos de la ONU, los combates entre el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi —al que apoya una coalición internacional liderada por Arabia Saudí— y los rebeldes huthis —respaldados por Irán y el ex presidente Alí Abdulá Salé— dejaron 8.500 muertos y 50.000 heridos. “Pero sabemos que esos números son mucho menos que la verdad”, indicó Samir Elhawary, oficial superior de Asuntos Humanitarios en la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Yemen.

    Elhawary llamó la atención sobre las “víctimas silenciosas” de la guerra civil en Yemen, las que no aparecen en los balances oficiales porque no llegan a los centros de salud o porque ni siquiera disponen de centros de salud a los que acudir y que, sin embargo, alimentan día a día, desde el 26 de marzo de 2015, una crisis humanitaria que supera la magnitud de la desatada en Siria.

    “Yemen siempre ha sido el país más pobre de la región y, por tanto, siempre ha sido más vulnerable a cualquier cambio, a un golpe, un ‘shock’”, explicó Elhawary, durante una entrevista.