Un atacante deja 10 heridos
Los hechos ocurrieron en Lübeck, una ciudad al norte de Alemania
Un hombre deja diez heridos en un autobús al atacar al los pasajeros con un objeto punzante que sacó de su mochila, según las últimas informaciones ofrecidas por las autoridades locales. El agresor podría ser un ciudadano iraní de 34 años que tiene la nacionalidad alemana.
Un portavoz de la policía explicó: “No sabemos si fue verdaderamente un cuchillo lo que usó”. El conductor, tras recibir un golpe del agresor, abrió las puertas para que la gente pudiera huir.
El atacante fue reducido por varias de las personas que viajaban en el autobús, que lo retuvieron allí hasta la llegada de la policía. El cuerpo de seguridad informó a través de su twitter que de los diez heridos, algunos graves.
También a través de la red social con más usuarios del mundo, las autoridades locales alemanas desvelaron que la mochila del agresor echaba humo y que como medida preventiva decidieron que fuera el equipo de artificieros quiénes se encargaran de ella. Tras el análisis por parte de estos, no se encontraron explosivos en la bolsa, pero sí que fue localizado el causante del fuego.
El autor de los hechos fue identificado por los servicios policiales alemanes como un hombre de 34 años de nacionalidad alemana que residía en la propia ciudad de Lübeck. El noticiario local ‘Lübecker Nachrichten’ amplia la información del individuo y afirma que tiene origen iraní. Esta información revelada por el periódico de la ciudad no está confirmada de manera oficial.
Ulla Hingst, la portavoz de la Fiscalía de la norteña población alemana de Lübeck, indicó a la principal agencia de noticias del país, Deutsche Presse-Agentur, que en un principio “no se puede descartar nada, tampoco una motivación terrorista”.
Posteriormente, el ministro del Interior de Schleswig-Holstein, Hans-Joachim Grote, indicó que las autoridades no creen que se trate de un atentado terrorista.
Las fuerzas de seguridad alemanas apoyaron al Ministro del Interior y aclararon por redes sociales que “no existen indicios de radicalización política”. La policía tampoco cree que el suceso tenga un “trasfondo terrorista”.